viernes, 18 de enero de 2008

Finanzas para principiantes: ¿qué es y para qué sirve el leasing?

El leasing es una herramienta óptima para financiar el crecimiento porque brinda acceso a tecnologías avanzadas sin inmovilizar capital de trabajo además de una serie de ventajas impositivas.

¿Cómo funciona?
Aunque muchos empresarios todavía no lo conocen, el leasing es la herramienta óptima para financiar inversiones en maquinarias.

Este instrumento, muy conocido y utilizado en todo el mundo, funciona de la siguiente manera: una empresa (a la que se llama "Dador") compra un bien determinado, y se lo entrega a otra (a la que se llama "Tomador") para que lo utilice.

Lo que se transfiere (durante un plazo previamente acordado) no es la propiedad, sino el derecho a utilizarla.

El bien en cuestión puede ser un equipo industrial, maquinaria para la construcción o agrícola, camiones, equipos de computación y automotores. Pero también podría tratarse de bienes inmuebles (como plantas industriales, locales comerciales, oficinas, depósitos) y hasta intangibles (como software, patentes, marcas e invenciones).

El Tomador deberá pagar un canon (una cuota periódica) por el uso del bien, con un monto acordado entre ambas partes durante la vigencia del contrato. Si, al término del contrato, el Tomador desea adquirir el bien en cuestión, tendrá la opción de comprarlo por un monto que puede estar fijado de antemano.

Cabe aclarar que es el Tomador quien elige marca, modelo, proveedor y precio (de contado) del bien. Luego, el Dador de leasing procede a adquirirlo para ese contrato con el Tomador.

En síntesis, en la operación participan tres actores:

1) El "Dador", quien compra y tiene la propiedad del bien, y brinda la posibilidad de su uso.

2) El "Tomador", quien utiliza el bien mediante un acuerdo contractual, pagando los cánones y con la opción de adquirirlo

3) El "Proveedor" (a quien también se llama "Vendor"), que suministra el bien al Dador, y es elegido por el Tomador.

Ahora bien, ¿cuáles son los beneficios de este sistema?

Supongamos que una empresa desea adquirir un equipo determinado. La empresa sabe que, con cierta frecuencia, surge un modelo tecnológicamente nuevo. Entonces, sabe que en cierto tiempo el equipo quedará obsoleto. Sin embargo, lo necesita ahora.

Una buena opción para resolver el problema consiste en adquirirlo mediante un contrato de leasing. Así, la compañía tendría que abonar un canon durante 36, 48 o 60 meses. Al final del contrato, contaría con varias opciones:

1) Quedarse con la maquinaria, ejerciendo la opción de compra.

2) Si considera que le conviene renovar el equipo, puede NO ejercer la opción de compra, con lo que podría renovar el dispositivo con el mismo u otro proveedor, y entrar en un nuevo contrato de leasing por maquinarias más modernas. De esta manera el leasing le permite incrementar su potencial productivo.

Por otro lado, es importante mencionar también que, mediante la utilización del leasing, la situación impositiva del Tomador mejora, ya que una de las ventajas del sistema es que las cuotas del contrato son deducibles del impuesto a las ganancias.

Este tratamiento implica un gran beneficio porque genera una deducción impositiva más acelerada que la amortización del bien en caso que lo adquiriese mediante cualquier otra alternativa. La idea motriz detrás de este tratamiento es otorgar un real beneficio impositivo a las inversiones.

Pero además, el leasing ofrece otras ventajas financieras. Por ejemplo, al Tomador se le financia el 100 por ciento del equipo, puede diferir el pago del IVA (ya que lo abona con cada cuota), obtiene acceso a nuevas tecnologías sin inmovilizar su capital de trabajo, y puede mejorar sus índices de endeudamiento y liquidez.

Alberto Beunza
Presidente de CGM Leasing

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