La innovación tecnológica se ha apoderado de la imaginación popular, empresarial y académica. Las empresas multiplican sus inversiones en nuevas tecnologías con la esperanza de dar con ideas brillantes y rentables.
Sin embargo, los mediocres resultados económicos de muchos inventos hacen que algunos cuestionen el optimismo incondicional que rodea la innovación tecnológica. En efecto, mientras las medidas impulsoras de la innovación aumentan, los resultados de las empresas no lo hacen en la misma medida.
¿A qué se deben estos datos tan desconcertantes? ¿Implica la innovación tecnológica un aumento automático de la rentabilidad? Si no es así, ¿cuándo mejora los resultados y cuándo no? ¿Cómo deben enfocar la innovación los directivos para sacar el máximo provecho de ella?
Con el fin de responder a estos interrogantes, el profesor del IESE Joan E. Ricart y el estudiante de doctorado Tunji Adegbesan analizan y compendian el conocimiento sobre los factores que influyen, en última instancia, sobre los resultados de la innovación.
Por un lado, sostienen los especialistas, toda innovación tecnológica conlleva algunos resultados técnicos que tienden a desplazar la tecnología anterior. Así, las empresas del sector empiezan a emplear esta nueva técnica para satisfacer las necesidades de los clientes. Este cambio puede considerarse un resultado técnico de la innovación tecnológica.
Sin embargo, existe una diferencia entre los resultados técnicos de una innovación y sus resultados económicos. Un resultado técnico positivo no necesariamente implica un aumento de los resultados económicos. Incluso, en algunos casos, las empresas que más se benefician del cambio tecnológico no son las que investigan sino las que lo implementan más adelante.
Ahora bien, ¿por qué hay resultados tan dispares entre empresas que afrontan el mismo cambio tecnológico?
Según los autores, es importante comprender las diferencias entre cambio tecnológico e innovación tecnológica. La innovación es activamente buscada por las empresas. El cambio, por el contrario, es experimentado de forma más o menos pasiva por las firmas de un mismo sector.
El cambio tecnológico suele afectar negativamente a los resultados de empresas que eran exitosas hasta ese momento (ya sea porque la nueva tecnología exige unas capacidades diferentes de las que tradicionalmente poseían o porque no invierten en la tecnología que más adelante se convierte en la predominante).
Incluso, un mismo cambio tecnológico puede afectar de distintas maneras al rendimiento de las empresas, como consecuencia de las diferencias en las estrategias relacionadas con factores como la adquisición de la tecnología, la colaboración entre empresas y las estrategias de líneas/plataformas de producto.
Si bien muchos estudios se centran en los factores determinantes de la capacidad de innovación, poco se ha dicho sobre las contingencias que determinan el éxito o el fracaso de las innovaciones particulares de las empresas. Del mismo modo, mientras que un buen número de investigaciones han indagado acerca de los resultados técnicos, muy pocos se han planteado averiguar cómo y cuándo afectan los aspectos técnicos a los resultados.
En definitiva, señalan los autores, es necesaria una teoría que pueda explicar cómo, cuándo y por qué la innovación tecnológica implica una mejora de los resultados de las empresas. Los recientes avances de la teoría del juego cooperativo podrían abrir una oportunidad para profundizar en este área de conocimiento.
En la búsqueda de qué factores determinan los resultados económicos de la innovación tecnológica, sería de gran ayuda que los estudios relacionaran las características específicas de las empresas con el aumento del valor agregado o de la complementariedad de una tecnología concreta y, por tanto, con la apropiación de valor.
http://insight.iese.edu/
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