lunes, 26 de diciembre de 2011

Enfocándose al cliente


Hace ya algunos años Steiner formulaba una pregunta para situarse estratégicamente:
¿ En qué Negocio estoy ?

Hoy en día aún hay muchas empresas que no saben responder exactamente a la pregunta.Con demasiada facilidad se cae en lo obvio, en lo aparente y se responde :

estoy en el negocio de los zapatos, o en el de la alimentación o en el de muebles, etc.

La definición de negocio de esta manera manifiesta la constante miopía de algunas empresas, pues centrando su atención en el Producto o la Producción de sus empresas ignoran lo que realmente debe ser su razón de ser, el punto de vista de sus clientes.

Pero las empresas se empecinan en hablar y hablar de las excelencias de sus productos ignorando que lo que verdaderamente es importante es para qué lo utilizan sus clientes.

Recuerdo haber oído que una famosa empresa de ingredientes alimentarios advirtió como las ventas de uno de sus productos experimentaban una asombrosa subida de ventas, llevados por la comprensible emoción comercial del Jefe de Producto intentaron reforzar esa tendencia con una inversión en Promoción y Publicidad, exaltando las excelencias de su producto para la producción de repostería, aseguraban con sus comerciales “ nuestra singular levadura para tartas hace subir la masa mas que ninguna otra levadura”. Pero esta campaña sirvió de poco pues al cabo del tiempo descubrieron para su asombro que su producto, la levadura para repostería doméstica, no era utilizada tanto para las tartas caseras, sino como neutralizador de olores en el frigorífico.

Esta pequeña historia pretende ilustrar la constante desconexión entre las expectativas de los clientes con las propuestas de las empresas. Mientras que unos esperan encontrar respuestas adecuadas a sus necesidades los otros, mirándose “ al ombligo” pretenden responder competitivamente ignorando la visión del exterior, es decir del mercado.

Conseguir esa perspectiva, la del cliente final, no es tarea fácil, desde luego, la complejidad de todas las tareas internas propias de una empresa requieren un control y enfoque hacia el plano interno para mantener el equilibrio necesario para ser eficaz, pero esto siendo condición necesaria no es suficiente, debemos escuchar además la “ Voz del Cliente” pues es él y solo él quien determina la excelencia de nuestro propósito.

Y esto lo podemos observar en el liderazgo de ciertas empresas que, lejos de centrar su atención en las características de sus productos, lo hacen enfocando su actuación a la satisfacción de sus Clientes.

La publicidad eficiente se enfoca a los “satisfactores”, no hablan de los atributos del producto, exponen brillantemente los beneficios que prometen, así podemos observar como en lugar de argumentar las excelencias del automóvil, se exponen las sensaciones que se consiguen consumiendo su producto, al comprar un determinado tipo de automóvil lo que verdaderamente se pretende es algo mas allá que un medio de transporte.

“ ¿ Te gusta conducir?”

T. Levitt manifestaba en su momento que las personas no compran Cadillacs sino la sensación especial de llevar un Cadillac.

Igualmente podemos encontrar otros ejemplos en otros sectores muy diferentes cuando se anuncia una marca de Whisky “ Momentos Ballentines” o con los yogures “Estar bien por dentro se vé por fuera” “ Cuerpos Danone”, en bebidas refrescantes “ La chispa de la Vida” como podemos observar no se habla las características que conforman el producto sino de los beneficios de consumirlos o utilizarlos Desde un enfoque Marketing los productos deben ser analizados con una triple visión.

· El Nivel Medular es lo que la gente verdaderamente espera encontrar al comprarlo y lo que debe exponerse con claridad “ El gusto por conducir”

· El Nivel Formal que es lo que da forma al producto, sus características y atributos, y es lo que lamentablemente sirve de argumentación al vendedor que olvida del nivel Medular.” La mecánica del automóvil”

· El Nivel Aumentado o conjunto de todos los valores que se le van añadiendo para diferenciarse de los competidores. “ La garantía y el servicio posventa”

El enfoque Marketing nos hace definir la empresa desde su perspectiva externa , nos propone observarla desde la perspectiva de su resultado final, es decir desde el punto de vista del cliente.

Enrique L. Belenguer
Socio Director de Inmerco Marketing

jueves, 15 de diciembre de 2011

Claves para pasar del prototipo a la góndola


Recorrer el camino que va de la idea al producto y de allí al mercado no es sencillo. Cinco casos de inventores que recorrieron el camino y que hoy, desde su microempresa, cuentan cómo se hace para vivir del propio ingenio. Además, una guía práctica para plasmar el proyecto en una hoja de ruta a la realidad.

El mejor invento es aquél que soluciona un problema o necesidad y puede ser llevado desde el estado de proyecto al de prototipo y, de allí, a un producto que genere usuarios y consumidores. Será entonces también cuando, para muchos, recién se pueda hablar de “innovación”: la creatividad tiene que encontrar un mercado. De lo contrario, por más brillante e ingeniosa que sea la idea, si no es adoptada socialmente, no alcanzará el éxito. Los casos de Marcos Shayo, Oscar Belardinelli, Eduardo Taurozzi, José Fandi y Luis Meniers prueban por qué.

Marcos Shayo es psicólogo de profesión e inventor de vocación. Como miembro de la Asociación Argentina de Inventores (AAI), entre sus creaciones se encuentran: un hilo dental circular, una jabonera en la que el jabón no resbala y, además, se puede usar de tarjetero, una ventana con mosquitero magnético que creó junto a otro inventor, Oscar Belardinelli, y una sombrilla inflable que no se vuela con el viento. “Me gusta inventar cosas, desde que tengo memoria. Creo que los inventores somos grandes insatisfechos, porque siempre estamos buscando cómo cambiar y mejorar las cosas”, explica. Para comercializar su producción, Shayo optó por crear, en 2011, la empresa Productos Banus. Hoy, 30 comercios revenden sus productos en el país. Otros 30 están en el exterior, entre ellos, El Corte Inglés, (España) y comercios en Italia y los Estados Unidos.

En este camino, asegura, lo ayudó mucho pertenecer a una asociación donde, lejos de los recelos y el individualismo que normalmente supone la tarea de un inventor, el grupo comparte ideas, opiniones y sugerencias para transformar toda esa creatividad en productos que puedan comercializarse.

En el caso de Oscar Belardinelli, su pasión por la apicultura lo llevó a generar múltiples inventos, siempre en el campo de la cría de abejas y la producción de miel. Hijo de un apicultor, aprendió el oficio de muy joven. Y, también, fueron precoces sus inventos para mejorar la actividad: un sombrero protector desmontable, un bastidor desarmable y reutilizable para la recolección de miel, y el mosquitero magnético ideado junto con Shayo.

Estos productos fueron presentados en congresos y ferias apícolas nacionales e internacionales y se venden bajo pedido a productores de diversas zonas del país. Uno de los proyectos de Belardinelli es crear una empresa dedicada a producir los insumos, que se fabrican por encargo en talleres tercerizados. “Produzco insumos para apicultura por encargo de clientes. Me gustaría hacer de esto una empresa”, resume el inventor.

Entre los objetivos de la Asociación Argentina de Inventores se cuenta, justamente, el de ayudar a los creadores a plasmar sus proyectos, a través de orientación en la temática de Propiedad Intelectual (cómo proteger sus inventos y creaciones), y, en la búsqueda de socios e inversores. Para ello, lograron un acuerdo con la plataforma de financiamiento colectivo Ideame.org, creada por los emprendedores Sebastián Uchitel y Eduardo Costantini (h.) junto con otros inversores. La plataforma permite a inversores particulares elegir proyectos y fondearlos a través de micropagos en la Web.

Ingenio nacional
Elegido como “joven brillante” a fines de la década del ‘70, y con un diploma entregado nada menos que por el ex premio Nobel Federico Leloir, Eduardo Taurozzi continúa bregando para que su invento, un motor eficiente que reduce el rozamiento, sea adoptado masivamente. Su sistema de “pistones sin fricción” que se incorporan a motores para vehículos y equipamiento mereció también el premio a la “invención del año” 2004 por parte de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Entre las ventajas del mecanismo ideado por Taurozzi, que es técnico mecánico, se cuentan: eliminación del rozamiento, beneficios termodinámicos, aumento de la potencia y simplicidad de funcionamiento. “Los motores eficientes ayudan a reducir el consumo energético”, sintetiza Taurozzi.

Para producir y comercializar su invento, fundó, en los ‘80, junto a un socio, la compañía Tausem. Una vez vencida la patente de esta invención, vendió su participación y creó otra compañía, Airka, que fabrica motores eficientes para equipamiento médico y entre cuyos clientes figura también el hospital Haedo, en Posadas. En su segunda empresa, el emprendedor no sólo comercializa sus inventos, sino que hace trabajos a medida.

Al ser su mecanismo altamente eficiente en el uso de energía, el inventor espera que la reciente decisión gubernamental de eliminar subsidios energéticos a grandes compañías termine favoreciendo el cambio tecnológico y la adopción de motores como el suyo.

En tanto, José Fandi, uno de los socios fundadores de la Asociación Argentina de Inventores y su actual presidente, comenzó la carrera de inventor en su infancia, creando y recreando sus propios juguetes. Ya en la adolescencia, para ayudar a su madre con las tareas de limpieza, se le ocurrió crear un secador de piso de goma y en una sóla pieza. Por entonces, Fandi trabajaba en una fábrica metalúrgica y le propuso a un proveedor de la compañía asociarse para comenzar a fabricar este implemento hogareño. “Luego de producir algunos como muestra, me asesoraron para que lo llevara a patentar, y esto me permitió llegar a vivir de mi invento”, señala.

En el terreno de la maquinaria agrícola, el ingeniero Luis Meiners, también socio de la AAI, desarrolló un “sistema de cosecha directa mediante una trilla por succión”. Este dispositivo obtuvo este año una mención especial de los premios CITA (Centro de Innovacion en Tecnología Agropecuaria) durante la 125° Exposición Rural.

El novedoso mecanismo evita pérdidas de granos caídos causadas por vibración, ya que no corta los tallos sino que trabaja por succión al vacío. Además, se trata de un equipo más compacto que no requiere ser desmontado para pasar por tranqueras y puentes. Otros beneficios adicionales son: la reducción del barrido eólico de la capa de humus, una mayor portección de los brotes, dado que no se cortan los tallos de las plantas maduras, una atenuación del impacto de la lluvia sobre el suelo, y un escurrido más rápido de herbicidas. Meiners, quien se encuentra a la búsqueda de un inversor para llevar adelante su proyecto de fabricación de esta cosechadora en el país, resume las ventajas de su invento: “El sistema de cosecha directa por succión permite construir máquinas cosechadoras menos voluminosas y esencialmente más livianas, lo que redunda en una menor compactación del terreno, con menor potencia instalada”. Esto, a su vez, conlleva menores costos de fabricación y mantenimiento, menor consumo de combustilble, mayor eficiencia y reducción de la huella de carbono, premisas fundamentales de la nueva economía (sustentable) que se viene.

Paso a paso
No son muchos los inventores que, a partir de una buena idea, logran generar un producto, una marca y una empresa productora. De acuerdo a estadísticas internacionales, por cada cien proyectos e ideas, menos de un 10 por ciento llegan a concretarse en productos. Son más numerosos aquellos casos en que deciden vender su patente a una compañía ya constituída.
Cualquiera sea la opción elegida para llevar su invento al mercado (a través de una empresa o fundando la propia), la que sigue es una guía, basada en recomendaciones de la Asociación Argentina de Inventores, para llegar con una idea a la góndola, sin morir en el intento.

1 En el momento de aparecer, fijar la idea por escrito.
Anote las ideas que considere de utilidad. Comience por establecer lo más claramente posible el objetivo de su idea y cuáles son los beneficios reales que va a brindar.

2 Realizar un análisis de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas (FODA) de la idea.
Busque otras soluciones que se aproximen a la idea, escríbalas y dibújelas con detalle. Imagínese cómo podría llevarla a la práctica. Piense en los posibles compradores y en cómo llegar a ellos.

3 Hacer una búsqueda de antecedentes de patentes.
El primer paso para proteger una idea es registrarla, y antes de ello es preciso hacer una búsqueda en registros de patentes. La búsqueda puede ser de alcance nacional o internacional, según el interés del usuario, utilizando las bases de datos disponibles en el Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual (INPI) y las bases de datos internacionales en línea. En general, los resultados para la Argentina demoran 60 días y, en el caso de búsqueda internacional, el plazo depende mucho de la clomplejidad del tema y la cantidad de antecedentes y países a revisar.

4 Armar una evaluación técnica, comercial, económica y financiera.
Una vez que tiene definido el nuevo producto y su funcionamiento, realice la mayor cantidad posible de pruebas y ensayos para asegurarse que su funcionamiento es óptimo. Plantéese al menos dos escenarios, uno optimista y otro pesimista, pensando cuál es el mercado para su producto, cómo lo dará a conocer, qué inversión necesitará para comenzar a fabricarlo, cuál es el tiempo de recupero de la inversión y cuáles los canales de comercialización apropiados.

5 Desarrollar un prototipo modelo funcional
Esta es una de las instancias en las que deberá invertir fuertemente, dado que las matrices para fabricar productos son costosas. El prototipo debe realizarse a escala del definitivo, lo que, generalmente, requiere dibujos, planos, materiales específicos y sobre todo personas especializadas para producirlos. Tenga en cuenta que deberá realizar cambios y modificaciones, para llegar a un “prototipo industrial” o "pre serie”, antes de comenzar con su fabricación a escala.

6 Registrar el modelo o patente de invención.
Tanto el registro de los modelos industriales, como los modelos de utilidad y las patentes de invención (ver glosario) se realizan en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI). Para lograr una patente de invención, el producto debe tener altura inventiva (esto es, proponer una solución tecnológica superior al estado de la técnica del momento). Su otorgamiento demanda entre tres a cinco años en la Argentina, y su validez se extiende por 20 años (ver recuadro).

7 Diseñar y registrar una marca e identidad para su producto y empresa.
Una marca es más que un nombre y un logo es la imagen, la identidad y la reputación de un producto y su fabricante. Es, además, lo que diferencia a ese producto de otros y aporta valor. Para elegir el nombre de una marca y su isologo hay que tener en cuenta, en primer lugar, que no estén registrados, que se relacionen con el producto o actividad, y que tengan buena pronunciación y recordación, entre otros aspectos. También es el INPI el organismo dedicado a la registración de marcas.

8 Armar un plan de negocios para presentar ante posibles socios e inversores.
Algunos emprendedores colocan esta etapa como punto de partida. Si no lo hizo hasta ahora, es el momento de plasmar por escrito un plan sobre: qué va a fabricar y/o comercializar, cuál será su mercado, modalidad de comercialización, inversión necesaria y tiempo de recupero.

9 Generar una estrategia de promoción.
Las mejores ideas y productos, si no son conocidas, no generan ventas. Pesa la acertada elección de los mecanismos promocionales (publicidad convencional, acciones de prensa, medios digitales), de acuerdo al público que se desee alcanzar y al monto de inversión disponible. Internet y las redes sociales ofrecen una alternativa de promoción efectiva.

10 Iniciar la comercialización, mediante asociaciones o contratos de licencia.
En esta instancia, es preciso definir si el inventor, además de fabricar el producto (o diseñarlo y tercerizar su producción), se dedicará también a comercializarlo. Armar una red de distribuidores implica tiempo. Es posible asociarse a una firma distribuidora y/o vendedora con experiencia en el rubro, y generar un contrato de licenciamiento por tiempo, área geográfica, rubro de actividad y lugares de venta, para lo cual será preciso asesorarse con un consultor u abogado especializado.

María Gabriela Ensinck
www.cronista.com/pyme
Imagen: El Cronista

martes, 6 de diciembre de 2011

¿Qué es un Plan de Marketing?


Podemos definir el marketing como un conjunto de técnicas para tratar de conseguir la mejor comercialización y venta posible de uno o de varios productos o servicios. Mediante el marketing tratamos de comprender mejor al consumidor para conseguir que el producto o servicio se adecúe a las necesidades de los clientes y, por este motivo, se venda casi solo. En realidad siempre hemos hecho marketing sin saberlo. Se trata de la mercadotecnia.

Los detractores del marketing aseguran que éste es capaz de crear necesidades a las personas para luego satisfacerlas. Sin embargo, los partidarios consideran que lo que hace el marketing es detectar las necesidades de las personas, comprenderlas y después satisfacerlas con un nuevo producto o servicio.

Nos centraremos en esta segunda concepción, en la que el marketing es una disciplina positiva para la sociedad, a la que permite evolucionar a estándares más elevados. En muchos casos la necesidad existe en las personas, aunque esté latente o permanezca oculta.

Como ejemplo podríamos poner los IPad de Apple. Las personas no necesitaban este dispositivo, se podría haber vivido muchos decenios sin disfrutarlo. Sin embargo, en las personas hay una necesidad latente de comunicar, de disfrutar de su tiempo de ocio, de mayor comodidad frente a las nuevas tecnologías una vez llegados a casa… Todas estas necesidades las atiende tanto IPad como otras tabletas posteriores de otras marcas. Lo que sí hace el marketing, en este caso, es distinguir dispositivos similares de distintas marcas, haciéndonos que elijamos una marca u otra por motivos más emocionales que objetivos.

La finalidad última del marketing es lograr un beneficio económico para las empresas que lo ponen en práctica, convirtiéndose esta disciplina en fundamental para pequeñas y grandes empresas a la hora de desenvolverse en el mercado cambiante en el que vivimos.

Plan de Marketing
Para planificar las acciones de marketing de una empresa u organización, éstas recurren a lo que se conoce como Plan de Marketing.

Se trata de un documento escrito que detalla las acciones necesarias para conseguir objetivos específicos en el mercado. Se puede realizar un Plan de Marketing para un producto o servicio concreto, para una marca, para una gama de productos o para toda una empresa. Se pueden hacer planes de marketing a 1 mes o a 5 años, pasando por todos los tiempos intermedios. Depende de la necesidad de la empresa y de los objetivos que se pretenden alcanzar.

En líneas muy generales, un Plan de Marketing incluye:
Una descripción detallada de la situación del producto o servicio, así como de la posición que se ocupa con el mismo en el mercado actual.

Una enumeración detallada de los objetivos que se pretende alcanzar a través de este Plan de Marketing.

Descripción de los recursos que se van a necesitar para lograr dichos objetivos, tanto financieros, como técnicos, humanos, logísticos…

El Plan de Marketing lo desarrollan los responsables del área de Marketing en constante colaboración con la dirección de la empresa o entidad. Tanto las PYMEs como los emprendedores realizarán un Plan de Marketing adecuado a sus posibilidades, pero sin olvidar ninguno de los aspectos mencionados.

Para garantizar el éxito, todo el personal de la empresa, por muy pequeña o grande que sea, debe de tener ciertas nociones acerca del Plan de Marketing, dependiendo de sus responsabilidades. Un Plan de Marketing no lo puede poner en marcha una sola persona o departamento sino que es transversal al conjunto de personas implicadas en la empresa. Los trabajadores deben interiorizarlo, por lo menos en lo que se refiere a los objetivos y a las acciones que a cada departamento le correspondan.

Dependiendo del sector, del Plan, de la situación, es posible que también se tenga que hacer partícipes del mismo a proveedores, clientes y colaboradores.

Un Plan de Marketing nunca servirá para nada si se desarrolla sobre el papel y se queda guardado en un cajón. Un Plan de Marketing no se debe de revisar sólo a final de año para comprobar su grado de ejecución. Probablemente sea mediocre el nivel de ejecución que se haya alcanzado. Por el contrario, un Plan de Marketing debe de estar siempre encima de la mesa y servir de guía e inspiración para el trabajo diario.

Ginés García Gómez
Pymes y Emprendedores
Imagen: Web

Comunidad de Pymes y Emprendedores para el intercambio de conocimientos y experiencias relacionados con el Marketing, la Comunicación y la Innovación

viernes, 18 de noviembre de 2011

7 tips para reducir costos en tu negocio


Al iniciar tu empresa, probablemente cuentes con pocos recursos. Te decimos en qué áreas puedes ahorrar y optimizar tus gastos.

Las pequeñas y medianas empresas son el principal impulsor de la economía mexicana. Tanto sus ventas, como sus inversiones y contrataciones han crecido a un paso acelerado durante los últimos años. Todo esto, sin importar la crisis mundial.

Sin embargo, muchos emprendedores confunden la capacidad para invertir con el gasto o el malgasto que realizan en su empresa. Lamentablemente, este error se repite, sobre todo, en los inicios de una empresa, sabiendo que uno de los momentos más difíciles para éstas es, precisamente, cuando dan sus primeros pasos.

Al respecto, el reconocido inversor y empresario, Jason Calacanis, comparte los mejores consejos para ahorrar en una empresa, enfocándose principalmente para tus primeros tiempos como empresario. Toma nota:

1. Trabaja con un banco online
Especialmente a la hora de hacer transferencias, las cuales son gratis. Eso sí, para ciertas cosas seguirás necesitando un banco tradicional, por ejemplo, para emitir recibos. Además, recuerda nunca dejas la cuenta con saldo negativo, tener números rojos sale carísimo en comisiones.

2. Utiliza software libre
OpenOffice es hoy equiparable a Microsoft Office (salvo para bases de datos). Hay aplicaciones online de gestión de proyectos y de CRM que son muy baratas o incluso gratuitas para el uso empresarial. Para el e-mail y para crear una intranet, Google Apps es perfecto.

3. Limpiar la oficina tú mismo
“Advierto que lo mejor suele ser subcontratar a gente o empresas especializados para labores que no resultan estratégicas: contabilidad, nóminas, declaraciones fiscales, reparación de hardware, entre otras. Pero al montar una startup con recursos escasos creo que es importante hacer muchas de estas cosas para ahorrar dinero que luego se puede emplear en contratar a gente”, asegura.

4. Abre un blog
Puede resultar mucho más eficaz que contratar a una agencia de relaciones públicas. También debes aprovechar las redes sociales para promocionar tu negocio, darte a conocer y atender a tus clientes gratuitamente.

5. Ahorra en tus viajes de negocio. Recurre a buscadores de vuelos y hoteles online a la hora de realizar un viaje de negocios; son mucho más baratos que ir a una agencia. Te recomendamos reservar con tiempo, para obtener mejores tarifas.

6. Si vas amueblar tu oficina, hazlo buscando los artículos en Internet
eBay es una muy buena opción, incluso ahí puedes encontrar muebles de “segunda mano” de muy poco uso que te permitirán abaratar mucho los costos. La idea tampoco es recurrir a tiendas de bajo precio y calidad, puesto que podrías gastar aún más en reparaciones.

7. Ahorra en telefonía
Contrata un plan de tarifa plana para realizar llamadas y navegar en Internet. También intenta hacer la mayoría de tus llamadas o entrevistas por medio de Skype, debido a que así te ahorrarás en largas distancias.

SoyEntrepreneur

martes, 18 de octubre de 2011

Las 10 claves para que iniciar un negocio no se convierta en un dolor de cabeza



Comenzar un proyecto personal no es una tarea sencilla. Aún cuando se trate de una sociedad, donde las responsabilidades recaen en dos o más personas, iniciar cualquier actividad demanda un trabajo previo que incluye una larga lista de tareas que es necesario realizar para evitar a futuro un dolor de cabeza.

Elegir cuál es el tipo societario más conveniente para el negocio, cómo y dónde inscribirla, qué impuestos hay que pagar, qué libros hay que llevar, dónde hay que rubricarlos, qué tipo de facturas hay qué emitir y dónde pedir autorización para hacerlo, son algunos de los interrogantes más comunes.

En este escenario, iProfesional.com buscó respuestas y consultó a expertos en la materia que explicaron los aspectos clave a considerar para un nuevo emprendimiento.

Además, destacaron la importancia de la planificación, esa herramienta con la cuál se pueden disminuir los costos de constitución e, incluso, la carga tributaria.

1. Visión y misión, las claves del éxito
Leonardo Glikin, abogado consultor en Planificación Patrimonial en Empresa y Familia y titular de Caps Consultores, señaló como fundamental que "el negocio comience con un Plan de Negocio", que, por lo menos, debería contener lo siguiente:


"El concepto de visión ayuda a definir la dimensión de los esfuerzos, nuestro espíritu de grandeza. La misión nos ayuda a focalizarnos", remarcó el especialista.

Para graficarla, el experto indicó: "Imaginemos, por ejemplo, un coleccionista de estampillas que decide coleccionar las que tengan flores, es decir, define su misión".

"Eso le permite poner su atención en ciertas estampillas y también decidir que las que no corresponden a esa misión, son moneda de cambio", sostuvo el experto y agregó: "Toda la atención del filatelista va a estar puesta en los temas relativos a esas estampillas en las que se especializa".

"Y no van a ser las mismas acciones, y los mismos esfuerzos, si la visión es: `tener la colección más grande del mundo´, que `tener una bella colección, bien ordenada´, o `tener una razonable con la inversión más baja que resulte posible´", remarcó Glikin.

En otro orden de ideas, el experto señaló que "una vez establecidas misión y visión, es posible definir objetivos, a 5, 3 y 1 año. Por lo menos, los objetivos a 1 año deberían estar definidos. Aunque a los tres meses haya que reformularlos".

2. ¿Sólo o acompañado?
Una de las cuestiones a tener en cuenta por los emprendedores es decidir si se va a conformar una sociedad o, por el contrario, se encarará el negocio en cabeza de una sola persona.

Al respecto, el consultor tributario Iván Sasovsky destacó que "esta disyuntiva es la primera a dilucidar, y ello depende de las características del emprendimiento y de la situación previa de sus partícipes".

"Hay que contemplar que las mismas se van a definir de acuerdo al ramo de actividad a realizar, el volumen de ventas esperadas, y las características de los potenciales clientes y proveedores", expresó el especialista.

"En este punto, debe ponderarse que siempre la opción de realizar un emprendimiento en cabeza propia resulta lo más fácil y, por ende, la opción más económica", indicó Sasovsky.

Sin embargo, remarcó que "ello sería posible siempre que la realidad sea observada desde una perspectiva muy reducida y sin tener en cuenta la complejidad del mundo empresario, que no sólo justifica los costos constitutivos de una sociedad. Muchas veces, necesariamente por ley, determinados emprendimientos deben revestir determinadas figuras societarias".

3. Elección del tipo societario
Si la elección fue constituir una sociedad, hay que determinar cuál será la que mejor se acople con el negocio.

En este aspecto, Sasovsky destacó que "se deben considerar las cuestiones societarias (costos constitutivos, trámites administrativos, responsabilidad de los partícipes, entre otros) de la mano de las impositivas".

"Así, existen determinadas situaciones en las cuales optar por la constitución de una sociedad irregular, por ejemplo, puede acarrear un importante ahorro en términos tributarios, por lo cual es trascendental tener presente esto", indicó el especialista.

Además, explicó que "existen otras formas asociativas como: las sociedades de carácter civil, las sociedades de hecho, los condominios, fideicomisos, entre otras, que pueden convertirse en una opción interesante a contemplarse".

De esta manera, Sasovsky destacó algunas de las ventajas que poseen los tipos societarios:


Para conocer más detalles sobre los tipos societarios, lea más "A la hora de los negocios: ¿Conviene más constituir una SA o una SRL?" y "¿Cuál es la mejor figura societaria para emprender un negocio entre amigos?".

4. Inscripción de la sociedad
Desde el estudio San Martín Suarez & Asociados, Víctor Galeano (Asociado por el Departamento de Impuestos) y Sergio Stobodzian (Asociado por el Departamento de Bookkeeping & Administration) remarcaron que "si optamos por encarar el emprendimiento a través de una sociedad, el primer paso será registrar la misma en el Registro Público de Comercio respectivo, a través de la conformación de un estatuto".

"En este caso seguramente sea necesaria la asistencia por parte de abogados o escribanos", remarcaron los especialistas y agregaron: "Acelerando las gestiones es posible obtener la inscripción en 15 días aproximadamente".

En tanto Glikin recordó que "en la Ciudad de Buenos Aires no hay una inscripción en Registro Público de Comercio, sino que sus funciones son cumplidas por la Inspección General de Justicia".

5. Rúbrica de libros
Tal como lo establece la Ley de Sociedades Comerciales, elegir un tipo social trae aparejado cumplir con una serie de obligaciones entre las que se encuentra la de registrar las operaciones en los libros de comercio.

En este aspecto, Galeano y Stobodzian explicaron que "será necesario rubricar en el organismo correspondiente los libros mandatorios (diario, compras, ventas, inventario y balance, actas), en donde se detallarán las futuras transacciones de la sociedad".

Y advirtieron que "trámites como éste suelen ser engorrosos, dado que requieren firmas certificadas por escribano, abonar tasas y presentar varios formularios" y que "pueden demandar de 15 a 30 días".

6. Inscripción en impuestos
Otro punto importante corresponde a la registración ante los organismos fiscales, tanto nacionales como provinciales, para lo cuál hay que optar primero si va a inscribirse en el Monotributo o en el Régimen General.

"Este punto es muy importante, porque determina la forma por la cual se va a tributar y, su definición, depende tanto de factores internos -restrictivos propios de cada régimen-, como de factores externos que dependerán lineal y exclusivamente de las formas asociativas adoptadas enunciadas precedentemente", expresó Sasovsky (Lea más: "Ser monotributista no siempre es más barato: en qué casos conviene y cuándo se paga más").

Una vez tomada la decisión, Galeano y Stobodzian indicaron que el trámite consiste "en muchos casos, de presentaciones en forma electrónica luego ampliadas en forma presencial con diversa documentación".

Asimismo, recomendaron que "tanto en el caso de la AFIP como en Rentas recomendamos hacer un buen check-list antes de presentarse en las dependencias correspondientes, para evitar idas y vueltas que demoren el proceso".

"En el caso de la AFIP, aconsejamos acercarse personalmente a la dependencia fiscal que corresponde al domicilio de la compañía para interiorizarse acerca de toda la documentación que será requerida para formalizar la inscripción", resaltaron los expertos.

Y agregaron: "Si bien el marco normativo es único, podremos observar que cada agencia puede tener parámetros de interpretación distintos y exigir requisitos adicionales".

Sin abandonar el tema impositivo, Sasovsky remarcó que "hay que tener presente que cualquier tipo societario que revista la categoría de contribuyente del Régimen General se va a ver sensiblemente afectado por los regímenes recaudatorios de retención y percepción, tanto como sujeto pasivo o activo, lo que significa una mayor carga administrativa además de los efectos financieros que todos estos mecanismos implican".

7. Pedido de talonario de facturas
Al momento de realizar ventas, todos los contribuyentes deberán facturar esas operaciones y, para ello, deberán solicitar autorización al fisco.

En este sentido, Galeano y Stobodzian recordaron que "para solicitar autorización en AFIP para emitir facturas tipo `A´ -hoy en día- se deben cumplir con ciertos parámetros de solvencia económica, de lo contrario sólo podrán obtenerse talonarios de facturas tipo `M´".

Asimismo, explicaron que las mismas "resultan pasibles de retenciones de IVA del 21% y Ganancias del 3%. O bien de facturas `A´ con leyenda, que obligan al destinatario a efectuarnos el pago en la cuenta bancario cuyo CBU hayan informado previamente a la AFIP".

Por otro lado, quienes deban inscribirse al régimen de factura electrónica, deberán ingresar al servicio con clave fiscal de "Regímenes de Facturación y Registración (REAR/RECE/RFI)", opción R.E.C.E, con una antelación mínima de 5 días hábiles administrativos a la fecha a partir de la cual comenzará a emitir los comprobantes electrónicos originales.

8. Registro de empleados
Galeano y Stobodzian resaltaron que "un capítulo aparte radica en el hecho de si la sociedad contará con empleados registrados en su nómina".

En ese caso, los especialistas sostuvieron que deberán encarar los siguientes trámites:



9. Administración: algo que no puede quedar en manos de nadie
La administración del negocio es algo que muchos consideran un gasto innecesario, pero que, sin embargo, es tan importante como cualquier otro sector.

Los especialistas de San Martín Suarez & Asociados indicaron que "un tema no menor será el de planificar cómo se llevará la contabilidad y administración de la sociedad constituida".

Y puntualizaron algunos tips importantes al respecto:



10. La habilitación de los comercios
Otro de los aspectos que no hay que perder de vista es el de la habilitación del local comercial u oficina, así como también toda industria, depósito o servicio que pueda incluir el proyecto.

Si bien no es lo mismo un restaurante que una ferretería, existe una serie de requisitos que son elementales para abrir una unidad de negocio, siempre que la decisión sea instalarse en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Así, según informaron desde la Dirección General de Habilitaciones y Permisos porteño, para iniciar el trámite los interesados necesitarán:



La documentación deberá presentarse en la mesa de entradas en la dependencia ubicada en Perón 2933 (en el horario de 9.30 a 13.30 horas), y el trámite podrá ser efectuada por "el interesado en forma directa y personal o mediante la intervención de cualquiera de los profesionales intervinientes y/o autorizados por el requirente en el testimonio de escritura a través de Internet", remarcaron.

Bonus track: Stop loss, cuándo decir basta
Si bien los deseos de los emprendedores es crecer, no siempre los proyectos llegan a buen puerto. Y para no perderlo todo, los especialistas recomiendan trazar el stop loss.

"Una cosa muy importante en un negocio nuevo es definir el `stop loss´: hasta qué momento seguimos si no se nos dan los resultados. Cuál es el máximo de inversión", indicó Glikin.

"También es necesario asegurar las fuentes de financiamiento, y pensar en el plan de salida, si las cosas no funcionan: cómo se va a liquidar el negocio, o transferir a terceros, preservando en lo posible la relación entre las personas involucradas", señaló el experto.

Asimismo, Glikin indicó que "pensar lo negativo y adoptar decisiones al respecto, permite evitar amarguras y hacer inversiones razonablemente".

Del mismo modo, sostuvo que es necesario trazar "un plan de contingencias, que implica pensar en estrategias de reemplazo en caso de imposibilidad de trabajar de alguno de los fundadores del negocio: quién se hará cargo y de qué manera".

Y, para finalizar, recordó la parte positiva y recomendó obtener "muchos documentos visuales (fotos, filmaciones) y muchos testimonios que alguna vez, si las cosas van bien, formarán parte de la historia del que ahora es un nuevo negocio. Casi, como cuando guardamos la primera ecografía, como recuerdo".

Gonzalo Chicote
iprofesional.com

lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Cuál es la mejor figura societaria para emprender un negocio entre amigos?

A la hora de un nuevo emprendimiento es necesario evaluar la inversión inicial, la responsabilidad de los socios, la carga impositiva, cuestiones legales, riesgos a asumir y el horizonte de planeamiento, entre otros aspectos. Qué modalidad asociativa recomiendan los expertos en estos casos y por qué

Pedro y Pablo son dos amigos que se conocen desde chicos y, aunque la vida los condujo por diversos caminos, los unió en la idea de llevar adelante un emprendimiento en conjunto.

Los dos trabajan en ámbitos diferentes. Pedro se desempeña desde hace unos años como cajero de un prestigioso banco, mientras que Pablo es Licenciado en Administración y trabaja con su padre.

Sin embargo, ambos buscan un cambio aunque les cuesta tomar la decisión de abandonar "la estabilidad" que les brindan sus actuales empleos. No obstante, comparten una fuerte motivación: poner en movimiento los frutos de sus ahorros y lanzarse por su cuenta al mundo de los negocios.

Inicialmente, pensaron en comprar un pequeño departamento para alquilar pero los desalentó la baja rentabilidad que podían obtener por mes en comparación con la fuerte inversión inicial.

Lo mismo ocurrió con la idea de armar una "canasta de monedas", pero un dólar que actualmente pierde frente a la inflación y un euro que transita la crisis en el Viejo Continente los convenció de que ésta no era la opción más adecuada.

También desecharon otras alternativas como la de colocar dinero en un plazo fijo, porque consideraron que les obligaba a inmovilizar el capital a cambio de un interés realmente bajo para sus pretensiones. Y tampoco elegieron invertir en fideicomisos o fondos comunes de inversión ya que les parecía bastante arriesgado y no conocían suficiente del tema.

Ellos querían obtener una cierta rentabilidad, sin tomar un alto riesgo financiero, con una inversión inicial moderada y que les diera la posibilidad de que, si no funcionara el negocio en el corto plazo, pudieran bajar las persianas sin mayores complicaciones. Es decir, quería armar una sociedad pero que fuera totalmente flexible y sin la necesidad de grandes papeleos.

Entonces, recordaron lo que una vez de jóvenes soñaron: poner un bar. En un principio, al menos, la idea era alquilar el local, acondicionarlo y ver qué les deparaba el destino.

Aunque tuvieron varias dudas y hasta se plantearon constituir una sociedad "con todas las letras" (una Sociedad Anónima o una de Responsabilidad Limitada) lo cierto es que esto les resultaba demasiado caro para sus flojos bolsillos y, al mismo tiempo, ambicioso para empezar.

Fue ahi cuando un contador amigo de Pablo, les recomendó que armaran una Sociedad de Hecho (SH).

Esta historia es como la de muchos otros que, siendo amigos o parientes, quieren animarse a poner un emprendimiento propio, ya sea un bar, un restaurante, un local de ropa o, incluso, montar un estudio contable, entre otras opciones, pero no tienen en claro cómo arrancar.

En este escenario, iProfesional.com consultó a diversos especialistas quienes consideraron que, en estos casos, la SH es "la mejor opción" para dar los primeros pasos tanto por su reducido costo de constitución y mantenimiento, como por la facilidad que tiene de mutar en otro tipo societario en caso de que el negocio se expanda.

¿Por qué conviene elegir una Sociedad de Hecho?
A la hora de llevar adelante un pequeño proyecto, las SH pueden ser una de las mejores opciones en materia societaria.

Leonardo Glikin, abogado consultor en Planificación Patrimonial en Empresa y Familia y titular de Caps Consultores, destacó que para tomar esta decisión es clave tener en cuenta cuál es "el horizonte del negocio" al que apuntan los socios.

El experto destacó la flexibilidad de estas sociedades al señalar que "la experiencia indica que hay SH en todo tipo de actividades".

Y agregó que la posibilidad de constituirlas "es independiente de la cantidad de socios".

Es decir, para el experto, lo fundamental para elegir una SH es "la vocación de continuar o no con el negocio".

En tanto, el consultor tributario, Iván Sasovsky, destacó que "la utilización de la SH para determinados emprendimientos puede ser la mejor opción en casos como la concesión por temporada de algún restaurante o un estacionamiento".

"Este tipo de estructuras pueden ser utilizadas en aquellas actividades que sean desarrolladas durante un período acotado de tiempo y que, luego del cumplimiento del `objeto social´, las mismas queden sin efecto. Sería una especie de UTE pero para las personas físicas, por lo cual, pueden resultar muy útiles para este tipo de supuesto", expresó el especialista.

"El mejor ejemplo es el de una persona que posee una licencia de taxi, que se asocia a otra que posee el automóvil", puntualizó.

Y esto es así, principalmente, porque "no están obligadas a inscribirse y, a los efectos impositivos, sólo basta con la identificación de los socios para conformarla", motivo por el cual "no existen costos constitutivos".

El especialista destacó otra ventaja: "Los gastos administrativos son sensiblemente menores que los de una sociedad regular, dado que no existe la obligación de presentación de balances y auditorías, entre otros".

Y destacó: "Aquellos que posean un presupuesto reducido y no requieran de una estructura demasiado ambiciosa pueden hacer uso de ella".

En el mismo sentido, Glikin indicó que, al iniciar un proyecto a corto plazo, se busca que los costos sean mínimos.

Por lo tanto, para el experto "este tipo es ideal ya que son sociedades sin contrato social y, por ende, no tienen gastos ni de escribanía ni de inscripción, y mucho menos contables".

Además, resaltó que "es conveniente que se arranque un negocio con una SH cuando la idea de dicho negocio es provisoria y no se sabe si va a continuar o no".

El especialista, sostuvo que estas sociedades "son ideales cuando no hay un plan a mediano o largo plazo", y para graficarlo con un ejemplo, señaló que "es como ponerse de novio. No se sabe si se va casar con esa persona".

Por esta razón, Glikin señaló como importante "conocer bien a quienes van a ser los socios y saber cuáles son los objetivos que tienen para no equivocarse al momento de arrancar un proyecto".

Cuáles son las características principales de las SH
Desde el Consejo Profesional de Ciencias Económicas porteño (Cpcecaba), Hugo Belárdez Améndola, señaló que "las SH conforman lo que la Ley de Sociedades denomina `Sociedades no constituidas regularmente´ y ello obedece a que las mismas, por diversos motivos, no fueron inscriptas en el Registro Público de Comercio".

Entre las características fundamentales, el experto de Cpcecaba, puntualizó:
  • Los socios tienen una importante responsabilidad, ya que quedan solidariamente obligados por las operaciones sociales que realicen.
  • Cualquiera de ellos representa a la sociedad.
  • Además, cada socio puede exigir la disolución de la sociedad no constituida regularmente.
Ventajas impositivas
Al momento de hablar de impuestos, Sasovsky mencionó una de las ventajas comparativas que pueden tener estas sociedades.

El especialista destacó que "las SH son las únicas que pueden tributar por el régimen simplificado Monotributo, con todo lo que ello implica en cuanto a costos y responsabilidades".

En tanto, Victor Romero, miembro del estudio Harteneck, Quian, Teresa Gómez & Asociados, explicó que las SH "son responsables por deuda propia, es decir, son sujetos obligados a pagar determinados gravámenes nacionales ante el fisco".

Sin embargo, aclaró que "estas sociedades no abonan directamente esos gravámenes, sino que lo hacen a través de sus representantes legales, que de esta forma actúan como representantes por deuda ajena, conforme a lo establecido en la Ley de Procedimientos".

"La excepción a la regla la constituye el Impuesto a las Ganancias ya que, conforme a la ley del gravamen, se hallan obligados a determinar el tributo a pagar, pero serán sus socios los que, conforme a su participación social, deban abonarlos", explicó Romero.

Y añadió: "Las utilidades de las sociedades se encuentran tipificadas como ganancias de la tercera categoría -según las previsiones inciso b del artículo 49- y deberán ser íntegramente asignadas a los socios de las sociedades o dueños, aún cuando las mismas no hayan sido acreditadas en sus cuentas particulares".

Para Sasovsky, esta situación es "una de las principales `ventajas´ dado que la tasa efectiva que termina abonando cada uno de los socios, se ve disminuida por las alícuotas progresivas, el mínimo no imponible y las deducciones personales propias de las personas físicas" ya que "las sociedades regulares tributan siempre a la alícuota máxima".

Por último, Romero explicó que "cuando en cabeza de los distintos integrantes de la sociedad cada uno esté cerca de la alícuota del 35%, no existirá diferencia en cambiar a algunas de las formas de sociedades de capital que tributan, en Ganancias, sobre sus utilidades".

No todo es color de rosas
Si bien las sociedades de hecho presentan importantes ventajas, existen algunas cuestiones que hay que tener en cuenta al momento de decidir por esta forma societaria.

En este sentido, Damián Rivero, miembro del estudio Lisicki, Litvin & Asociados, expresó que "si bien la intención y la actividad que desarrollan favorecen el tráfico comercial, mediante la producción y comercialización de bienes y/o servicios, los aspectos financieros y patrimoniales, así como la certeza de los beneficios para cada uno de sus integrantes, resulta ser de dificultosa determinación, desde el punto de vista societario".

El experto también advirtió que en caso de conflicto, por lo general, "internamente se resuelven en el marco de una sucesión, de un divorcio vincular, o de problemas que deriven en un juicio de disolución y liquidación societaria; por causa de uno o más de sus socios".

Por su parte, Sasovsky recordó otras cuestiones que no las favorecen del todo:
  • Las sociedades de hecho, al carecer de instrumento constitutivo, y al encontrarse al margen de las estructuras tipificadas en la Ley de Sociedades Comerciales, deben mantener su estructura asociativa. Es decir, si se quiere cambiar un socio, se debe constituir una nueva sociedad.
  • Los socios responden ilimitadamente y solidariamente con su patrimonio por la sociedad.
  • Este tipo de estructuras no pueden tener bienes registrables a su nombre.
  • Al no contar con instrumento constitutivo, la obtención de financiamiento externo es más complicada.
Por estos motivos, el experto señaló que "al momento de desarrollar un emprendimiento, es fundamental planificarlo de la mejor manera posible, observando todas las variantes y relevando objetivos, recursos y confianza entre los partícipes, entre otros".

Rivero, en tanto, recordó que "suele darse el supuesto en que dicho grupo de amigos o familiares, podría haber iniciado un trámite de inscripción registral de un contrato constitutivo adoptando un tipo societario (por ejemplo una SRL) y nunca haberlo finalizado".

"En este último caso, dicho grupo se encontraría expuesto a los mismos efectos señalados para la SH, pero se trataría de una sociedad comercial irregular", explicó el especialista.

"Asimismo, el contrato escrito de la sociedad irregular y el que eventualmente pudiera existir en la sociedad de hecho, resulta inoponible entre los socios y frente a terceros, excepto en el momento de la disolución y liquidación de la sociedad", señaló Rivero.

Continuar o no continuar, esa es la cuestión
Los expertos dejaron en claro que, si bien las SH son ideales para dar los primeros pasos, el uso no es aconsejable durante largos períodos.

Así, si la decisión es crecer, hay que analizar cuánto es el tiempo adecuado para mantener esa estructura, así como también cuáles son los trámites que se deben realizar para mutar a una SA o SRL.

Al momento de hablar de cuánto es el tiempo que conviene mantener en pie esta estructura societaria, Glikin sostuvo que "no se hablan de meses sino de años" y señaló que "si pasan dos años, más o menos, y el negocio se estabiliza y hay intenciones de crecer, entonces es el momento de dar un salto".

"El trámite es de por sí rápido, ya que no hay que operaciones que deban ser continuadas, sino que se trata de una nueva sociedad", indicó el especialista.

En tanto, Rivero puntualizó que "este proceso, si existiera acuerdo entre los socios, implica la instrumentación de la voluntad social de adecuarse a una SA o SRL en lo sucesivo (ya que, legalmente, se mantendrá el régimen de responsabilidad de la SH por todos aquellos actos celebrados antes de la fecha de suscripción del contrato de regularización societaria)".

"Asimismo -continuó el experto-, en esta oportunidad se confeccionará un balance especial de regularización y, luego, los sucesivos balances anuales por ejercicio económico cerrado. Al mismo tiempo, la sociedad llevará sus libros societarios y contables, debidamente rubricados, donde constarán todas las decisiones adoptadas en las reuniones de administradores y socios, y, para el caso de la SA, su correspondiente Registro de Accionistas con la consecuente oponibilidad a terceros de todos los actos que se realicen".

En consecuencia, si la decisión es cambiar, Glikin precisó que "en caso de que la opción sea la de armar una SA, el trámite urgente de inscripción puede durar entre 8 y 10 días, mientras que por trámite normal alcanza los 40 días, más o menos. Y el valor de inscripción puede variar entre los 3.000 y 6.000 pesos".

Gonzalo Chicote
iprofesional.com

sábado, 27 de agosto de 2011

Los 7 pecados capitales del emprendedor

Sinceramente creo que los emprendedores, y la creación de nuevas empresas con propuestas de valor arriesgadas, innovadoras y de calidad son la única alternativa real para conseguir el tan cacareado cambio de modelo.

Sin embargo, me da la impresión que sustantivar la palabra “emprendedor” ha hecho mucho daño. Los auténticos emprendedores, los que han levantado las grandes, pequeñas y medianas empresas nunca se refirieron a sí mismos diciendo: “soy emprendedor”… sino más bien se consideraban luchadores que crearon empresas… dicho de otra forma, emprender es un estado, no un trabajo (a excepción de unos pocos emprendedores “en serie”, cuyo foco es precisamente la creación… pero son realmente pocos).

Al hilo de esto, el genial video sobre lo que de verdad es emprender contado por los creadores de algunas de las empresas más conocidas de nuestro país (y ojo, éstos son los que tuvieron suerte y les fue bien).
Entonces… ¿de donde viene esta curiosa moda sobre el emprendimiento o emprendeduría? En mi opinión, de dos factores aislados y contrapuestos:

•Los gobiernos nacionales y autonómicos se han dado cuenta que si quieren construir un futuro en el que las regiones y países no compitan en precio sino en valor deben estimular de forma importante la creación de nuevas empresas (y ya de paso, aumentar la recaudación consecuencia de un número mayor de empresas que pagan impuestos).

•El efecto “salvaje oeste”… lo que no es, ni de lejos, la búsqueda de los últimos espacios salvajes. ¿Sabéis quienes realmente fueron los que se forraron durante la época de la fiebre del oro? Los que fabricaban palas e instrumentos para buscar oro… no (la mayoría) de personas que lo buscaban.

Creo que una de las mejores frases que describe la história de la mayoría de las startup que conozco, cortesía de Pablo Villalba, es:
“Let’s jump off the cliff, we’ll deal with gravity later”

Los pecados capitales del emprendedor
Todos cometemos errores, pero existen algunos que son especialmente graves para un emprendedor, dado que pueden afectar de forma importante a sus probabilidades de éxito, y que por lo tanto es importante conocer.
Como si del descenso a los infiernos de Dante se tratara, vamos a intentar encajarlos (de forma más o menos afortunada) en los 7 pecados capitales….

LUJURIA
•Dedicar meses a generar atractivos planes de negocio (los famosos business plan), imaginando quiénes serán sus clientes, cómo comprarán, que tamaño tiene el mercado.. en lugar de salir a la calle, hablar con ellos, y preguntarles. Ojo, no digo que no sea importante tener un buen plan de negocio, pero no es la base. La base es encontrar el modelo de negocio, conseguir clientes y facturar.

•Obsesionarse buscando la idea perfecta, el planteamiento que a nadie se le ha ocurrido… lo siento, pero esto es 10% inspiración y 90% transpiración. No existe la idea perfecta… y aunque exista, la clave es la ejecución y no la ideación. Debes obsesionarte con probar, prototipar, ejecutar y volver a probar… y no con planificar.

•Empezar sin tener unos objetivos ambiciosos, claros y cuantificados. Aunque luego cambiarán, y no es necesario que sean “dar un pelotazo” (cosa que ha hecho mucho daño a las startups de éste país), si que vale la pena tomarse un tiempo en hacer ésta reflexión… todo lo demás es autoengaño.

PEREZA
•Aunque no es patrimonio exclusivo de los emprendedores, es muy habitual dedicar esfuerzo y tiempo sólo a la parte que más nos gusta (programar, diseñar, o como últimamente es muy habitual, los medios sociales). No generes buzz si no tienes nada detrás…

•De la mano de lo anterior, la procrastinación (o postergación): tu mente no para de sugerirte otras cosas que podrías hacer primero, que seguro puedes acabar a tiempo …etc. y que en la práctica son o más agradables (suelen ser las que te gustan/se te dan bien) o tienes claro cómo hacerlas, y el grado de certeza es alto.

•Tomárselo “con calma”. En una empresa recién creada, tienen que pasa cosas “relevantes” TODAS las semanas… si no es así, es que vas muy lento.

•No querer vender el producto hasta que esté perfecto. Si no lo vendes, no sabes cuales son sus defectos (no sólo en el propio producto, sino en el mensaje, la forma, el interlocutor, el soporte…)

•No haber “hecho los deberes” antes de emprender. La complacencia y la fé ciega en la idea llevan habitualmente al fracaso. Un ejemplo claro es el CEO que delega sus primeras ventas en otros (fuerza comercial..etc). Creo que es absolutamente imprescindible que el CEO venda, mire a los ojos a sus clientes (o a sus trazas de Google Analytics ) hable con ellos, escuche sus dudas y quejas y entienda sus problemas… de primera mano.

GULA
•Enamorarse de la idea, y pretender ejecutarla tal cual, sin escuchar al mercado. El 99% de las veces, de la idea original a la que se ejecuta no hay apenas similitudes, por lo que hay que saber pivotar desde el producto al modelo de negocio.

•Quejarse de que no hay suficientes ayudas del estado para montar su negocio, que así no es posible emprender… seguro que sería genial que se subvencionasen más cosas, pero creo que uno de los cánceres que nos han llevado a ésta situación son las subvenciones (per sé no son malas, pero aplicadas indiscriminadamente rompen dinámicas competitivas y hacen sostenible lo insostenible). Con que el estado no te ponga zancadillas, sobra.

•Creer que será fácil conseguir financiación, que el dinero durará y que los gastos serán los esperados. Ahora mismo es muy difícil conseguir crédito, sea de un banco o de un inversor privado… y no lo dudes, se te acabará antes de lo esperado. Yo siempre recomiendo que dupliques los gastos y dividas los ingresos para tener una expectativa real.

•Si consigue convencer a un inversor, o a alguna de las 3F (Friends, fools & familiy), derrochar el dinero en comprar mobiliario nuevo (para tener unas oficinas como Google, dicen), en poner anuncios en prensa o en vallas publicitarias… justamente tras la primera ronda es cuando se debe vivir en modalidad “emprendedor indigente” (exagero, claro), ya que cada euro debe estirarse para que dure lo máximo posible. Como dice Guy Kawasaki:
Crea como un dios, manda como un rey… y trabaja como un esclavo

IRA
•Desanimarse, enfadarse y echarse atrás ante un fallo, problema o error. Emprender es una escalera de pequeños fracasos de los que aprender, y sin duda sufrirás muchísimos de ellos… así que prepárate mentalmente. La resiliencia (capacidad continuada de sobreponerse a las adversidades y ser perseverante) debe ser una de las principales cualidades de un emprendedor.

•Frustrarse fácilmente por la falta de certeza que supone su actividad, punto especialmente relevante para los emprendedores que vienen de trabajar por cuenta ajena, típicamente un entorno mucho más ordenado. En una startup, lo único constante es que no sabes nada. Por ello, y de forma similar al punto anterior, un emprendedor debe ser capaz de aceptar que la incertidumbre es parte integrante de su actividad, y aprende a tratar el caos como un compañero más de trabajo.

•Sin duda, la falta de foco y la indecisión son el problema más habitual del emprendedor. Dada la tremenda cantidad de tareas diferentes que requiere montar una empresa, es muy facil perderse entre las no importantes. Por eso es imprescindible preguntarse ante cada tarea: ¿es crítica para llevar el proyecto a la calle?

ENVIDIA
•Intentar copiar lo que funcionó a otros (creo que ahora lo llaman “benchmarking”). Es importante conocer a la competencia, tanto directa como indirecta, pero sólo para entender sus negocios, puntos fuertes y puntos débiles. Si intentas competir con sus reglas y ser mejor que ellos estás muerto.
No trates de ser mejor, esfuérzate en ser diferente.

•Fijar el modelo de negocio en la fase de planificación (donde realmente no se tiene demasiada idea sobre si éste es el más adecuado para su proyecto) y ejecutarlo tercamente sin esperar a recibir feedback… es mucho mejor dedicar la primera fase del proyecto a explorar en el mercado y con clientes reales cuál es el mejor modelo de negocio, consistente y sostenible, que saca más provecho de la proposición de valor de la empresa.

AVARICIA
•No compartir información sobre el proyecto con otros emprendedores, clientes, proveedores, amigos, parientes… con todo el que quiera escucharte. De todos se aprende, lo importante es tener la mente abierta para escuchar nuevos planteamientos, ideas, críticas..etc. (hay una fina línea entre estar seguro de tu proyecto, digerir las críticas y ser un suicida…)

•Ante un proyecto que da signos de no funcionar tras bastante tiempo, convencerse que la culpa es del mercado que todavía no lo ha sabido entender. En algunos casos excepcionales es así, y aún en éste caso, si no hay mercado, no hay dinero. Tan importante como hacer el plan de negocio al principio es el decidir bajo que conjunto de condiciones habrá que matar el proyecto…y no engañarse con la falta de rentabilidad. Lo que es normal y admisible en un momento, es síntoma de que el proyecto debe desaparecer en otro.

•Intentan atesorar clientes, de forma similar a Gollum. El cliente debe querer estar con nosotros porque le encanta nuestro producto, porque se siente el rey… no porque es un infierno cambiar de proveedor (las famosas barreras de entrada y barreras de salida)

•Considerar que, si les gusta a ellos, le tiene que gustar al cliente. Hay que hacer un autentico ejercicio de empatía y sentir lo que necesita el cliente, y que toda nuestra experiencia de uso le dé respuesta.
It’s not just what it looks like and feels like. Design is how it works. (Steve Jobs)

SOBERBIA
•Falta de humildad… y no perderse ni un solo “sarao” (lo que supone muchas veces 4-5 saraos semanales), con el agravante de querer dar sesudos consejos a otros emprendedores “noveles”… Creo que no sólo es un error, sino es irresponsable. Eso se puede hacer una vez tienes varios casos de éxito a tu espaldas, y te puedas permitir dar consejos basados en tu experiencia, si no es una peligrosa arrogancia (no me malinterpretéis, creo que los eventos son buenos, necesarios y cumplen una función importante… pero no es la de llenar el tiempo del emprendedor). El tiempo del emprendedor se debe llenar de hablar con clientes y con proveedores, pelear las facturas no cobradas, negociar con los bancos, mejorar su producto… no asistiendo a “saraos”

•Obsesionarse con la perfección. Excepto en la “salsa secreta” (mojo) de tu proyecto, es perfectamente aceptable coger la fruta más baja. Y aún así en la proposición de valor clave, es mejor sacarlo pronto e ir aprendiendo que sacarlo tarde… y estar muerto.

Si al sacar tu producto al mercado no estás absolutamente avergonzado, es que lo has sacado demasiado tarde.

•Considerar que no hace falta ayuda, que se puede ir sólo. Todo emprendedor debe tener cierto conocimiento (sobre todo al principio) de muchas áreas muy separadas (marketing, finanzas, tecnología…etc), pero es virtualmente imposible que alguien tenga todas esas capacidades al nivel de profundidad que se requerirá más adelante. Busca compañeros que te complementen y con los que tengas empatía, un equipo que rema en la misma dirección es la clave de una buena ejecución (lo que es muy diferente del buscar socios para evitar el miedo de la soledad, una muy mala idea)

AGRADECIMIENTOS: Como no podía ser de otra forma, me gustaría agradecer sus contribuciones e ideas a Juan Sobejano, Jose Rosell, Antoni Flores, Elena Benito, Oliver Nuño Saiz, Paco Negre, Alfonso Jiménez Cantos, Antonio Romero, Miguel Borrás, Pablo Villalba, Jose Manuel Sanz, Guiomar Gonzalez, Ángel Borondo,Jose M.Marco, Anónimo Español, Mar Gonzalez, Xavier Gost, Helena Tormo, Maribel Rincon.

Javier Megias
www.hosteltur.com

viernes, 12 de agosto de 2011

Plan de Negocios para un Startup


Conoce qué características debe tener un Plan para empresas innovadoras y con altas posibilidades de crecer.

Si quieres poner en marcha una Startup (negocio con poco tiempo de operación y altas posibilidades de crecimiento, generalmente asociadas a la innovación o tecnología) y vender un Plan de Negocios óptimo, debes tener en cuenta ciertas consideraciones. Enfrentarse a un grupo de posibles inversionistas puede crear una gran tensión en tu vida y, como consecuencia, limitar tus posibilidades.

Es por esto que te entregamos algunos consejos, que muchas veces los emprendedores obvian a la hora de hacer un plan de negocios. Toma nota:

1. Inducción
Parte de lo general a lo particular, es decir, cuando vayas a exponer, pon todas las cartas sobre la mesa. Para esto debes contar con toda la documentación necesaria para hacer tu plan de negocios

2. Clasificación
Clasifica todo en una lluvia de ideas, destacando lo más importante con el fin de atacarlo de forma separada.

3. Estructura y jerarquización
Antes de que cada persona se lleve su tarea a su puesto de trabajo, debes estructurar el plan de manera que todos los componentes del equipo estén de acuerdo. Aquí debes jerarquizar, dar valor y ubicación a los puntos que integrarán cada sección del proyecto.

4. Coherencia y revisión
A este punto debes dedicar tiempo y metodología a conciencia, pues todos los integrantes deben presentar los resultados de su labor en diversas reuniones de seguimiento y darle la forma necesaria al plan de negocios. Sugiere cambios, pero no critiques los puntos existentes, es decir, propone algo mejor evitando el inconformismo.

Ahora, tomando en cuenta que se trata de un Startup, considera lo siguiente:

- Las personas que despiertan su interés en Startups, son inquietas y con tiempo limitado, por lo que la presentación debe ser breve y con un resumen ejecutivo atractivo y conciso. Evita explayarte demasiado en cada punto y añadir información que no sea relevante.

- Utiliza imágenes y gráficos. Evita que el fondo sea 100% blanco, sino que sea acorde a los colores de tu empresa o tu proyecto, con el fin de construir tu marca y que se haga más conocida. Si tienes un logo, úsalo n las presentaciones, el título, el gráfico; en todo lo que lo puedas poner.

- No escatimes en esfuerzos para el diseño y la presentación, pues si no es acorde al nivel de tu proyecto, mejor busca ayuda profesional externa.

- No olvides incluir las previsiones de ventas y una cuenta de ingresos creíble y fundamentada en un estudio de mercado previo, así como también un plan de contingencias, para que el inversor vea que has previsto estrategias y acciones concretas para superar posibles obstáculos que se pueden presentar en el desarrollo de tu plan de negocios.

SoyEntrepreneur
Imagen: Web

martes, 26 de julio de 2011

Emprender o no Emprender


Roger Cohen, fundador de Desarrollarme, un portal argentino que impulsa el desarrollo profesional, comparte con nosotros su visión sobre la aventura de emprender y da consejos para quienes estén analizando lanzarse a ese desafío.

Existe una gran variedad de alternativas para obtener ingresos a partir de nuestro trabajo. Y si bien hay profesiones más propensas a desempeñarse bajo ciertas modalidades, prácticamente todas las carreras pueden traducirse en diversas formas de trabajo: relación de dependencia, profesional independiente, autoempleo, emprendimiento, empresa, etc..

¿Quién no quiere ser “su propio jefe”?
El independizarse no es para todos. Ni tampoco debería verse como un objetivo per sé. Lo importante es qué nos brinda a nosotros la relación de dependencia y qué nos brinda el trabajo independiente. De cualquiera de las dos formas se puede disfrutar o no, progresar o no, ser feliz o no..

Lo que queremos plantear acá es una arista clave del desarrollo de tu carrera profesional, que tiene que ver con la elección de la modalidad de trabajo más conveniente para tu propio proyecto de vida, a diferencia de la tradicional presunción de un único camino de desarrollo profesional posible.

¿Cuándo independizarme?
La gran ventaja que ofrece la juventud como etapa para lanzarse a la aventura de emprender, es que se tiene un menor costo de oportunidad; es decir, el sueldo y los beneficios (económicos, de reconocimiento, de supuesta estabilidad, etc.) que se deja de percibir al no trabajar en relación de dependencia, no es tan significativo como cuando se es más grande.

Al mismo tiempo, tampoco se tienen las mismas necesidades financieras, se suele tener menos o ninguna necesidad económica familiar, etc. Esto es importante para tenerlo en cuenta ya que a medida que vayas creciendo en tu carrera, te pesará más el costo de oportunidad. Y el “peor de los mundos” será aquel en el cual a pesar de estar siendo exitoso según los parámetros externos, te encuentre insatisfecho, frustrado y enojado con vos mismo por no animarte a salir de la zona de confort.

¿20 años de experiencia o 1 año de experiencia repetido 20 años?
El trabajo en relación de dependencia te permite aprender mientras te pagan. Pero la curva de aprendizaje se va achatando, y llega un punto en que esto deja de tener valor significativo para tu desarrollo. Inclusive puede suceder que el aprendizaje que estás adquiriendo sólo sirva para la realización de ciertas funciones en un número muy acotado de empresas y bajo circunstancias casi únicas. Si no es aplicable a otras circunstancias o empresas, ¿realmente estás adquiriendo un aprendizaje útil para vos?

Tené en cuenta qué aprendizajes generalizables te puede aportar tu puesto de trabajo. Por ejemplo, lo que aprendas respecto a administración del tiempo, gestión de proyectos, negociación, trato con el cliente, ventas, etc. te será útil para una gran variedad de oportunidades laborales o de negocios independientes.

Ingresos vs tiempo vs resultados
Salvo a tu jefe, al resto de la Humanidad no le importa cuántas horas le dedicás a tu trabajo, sino cuánto valor agregás con lo que hacés. Por ejemplo, ¿pagarías el doble por uno de mis cursos si te dijera que me costó el doble de tiempo prepararlo? El trabajo independiente puede permitirte desconectar tiempo y dinero. Pero no siempre. Por ejemplo, si tu trabajo independiente consiste en cobrar una tarifa horaria y la misma no depende significativamente de la calidad de tu trabajo o de tu habilidad comercial, dicha desconexión no se produce. Solamente estarás intercambiando la seguridad en cantidad de horas que te brinda el trabajo en relación de dependencia por la incertidumbre e inestabilidad que implica el flujo irregular de carga de trabajo de la modalidad independiente.

La seguridad que te brinda la relación de dependencia
Al trabajar en relación de dependencia, tenés la “seguridad” de recibir una suma predeterminada a fin de mes. Esto te permite planificar y hasta endeudarte, accediendo más fácilmente al crédito que si no tuvieras un trabajo en relación de dependencia. Sin embargo, cualquier inversionista sabe que poner “todos los huevos en una misma canasta” es un mal negocio. De buenas a primeras podés quedarte sin ninguna fuente de ingresos, ya que en menos de un minuto puede tu empleador comunicarte que estás despedido, cuando menos te lo imaginás. En cambio, si bien el trabajo independiente no te asegura una suma fija cada mes, podés construir una base de clientes y/o productos más amplia, que te permita diversificar riesgos. La probabilidad de que al mismo tiempo todos tus clientes se caigan o todos tus productos dejen de ser vendidos, es mucho menor que si solamente ofrecés un producto a un único cliente: tus horas de trabajo a un único empleador.

¿Por oportunidad o por necesidad?
En épocas de alta tasa de desempleo, es que mucha gente decide emprender un proyecto propio porque no encuentra otra alternativa para obtener ingresos; esto es lo que se denomina “emprender por necesidad”. Sobre todo sucedió en Argentina en la década de 1990, cuando la gran oleada de privatizaciones y cierres de empresas generaron una gran cantidad de personas desocupadas con un cierto capital disponible (proveniente de sus indemnizaciones). Pero gran parte fracasó porque si bien contaba con el capital, no contaba con la idea de negocio correcta, o no tenía las características emprendedoras requeridas para llevarla a cabo. Se supone que quienes emprenden por oportunidad y no por necesidad, tienen mayores chances de que les vaya bien. Pero esto no tiene por qué ser así; lo importante es si uno cuenta con lo que hay que contar para triunfar, independientemente de cómo se llegó a la definición de emprender de manera independiente un proyecto.

¿Motivado a escapar de la empresa anterior o a crear una nueva?
Muchas veces se llega a emprender o a trabajar de manera independiente como una salida necesaria a una situación insoportable en la empresa donde se trabajaba. El problema es que se puede llegar a reemplazar una prisión por otra si no se tienen en claro y se respetan ciertos criterios no negociables que buscamos en la independencia. Y esto es conveniente tenerlo claro de antemano. Por ejemplo, si te espantaba el tener que lidiar con atender clientes maleducados sin poder responderles como querrías, ¿qué vas a hacer diferente en tu nuevo emprendimiento que te permita darte el lujo de elegir clientes? ¿Vas a trabajar solo con unos pocos clientes? ¿Cómo los vas a captar y retener? ¿Por qué te pagarían tanto que con ellos solos podrías mantener y hacer crecer tu negocio? Si te aburría el trabajo monótono, ¿qué roles vas a ocupar en tu emprendimiento que van a mantenerte entretenido y al mismo tiempo estarás aprovechando realmente tus fortalezas al servicio de este nuevo negocio? Si te molestaba la cantidad de horas que debías trabajar, ¿cuán realista es tu idea de que de manera independiente vas a poder trabajar menos horas? ¿Estarías dispuesto a trabajar incluso más horas pero si a cambio lograras algo más de flexibilidad horaria?

Te sugerimos responder a estas preguntas:

• ¿Cuáles son las razones que te harían “escapar” de tu trabajo en relación de dependencia hoy en día, y qué grado de criticidad tienen para vos?

• ¿Qué alternativas existen para evitar las causas anteriores, sin trabajar de manera independiente?

• ¿Cómo harías para asegurarte, trabajando de manera independiente, que esas causas no existirán?

¿Tengo lo que hay que tener para emprender?
Para que el emprendimiento sea exitoso, hace falta contar con el capital necesario, contar con la idea de negocios adecuada, y contar con las características emprendedoras necesarias para lograr una implementación exitosa del proyecto. Con que falle cualquiera de estos tres elementos, alcanzará para asegurar el fracaso del emprendimiento. Muchas veces se pone el foco en las cuestiones externas: capital e idea de negocio, pero lo más crítico es el emprendedor. Con las características adecuadas, se consiguen las ideas y el capital para llevar adelante el emprendimiento.

Algunas de las características que Andy Freire en su libro “Pasión por Emprender” y compartimos: que el dinero no sea la principal motivación sino una consecuencia lógica de emprender exitosamente, elegir un emprendimiento que realmente nos apasione, estar dispuesto a trabajar duramente (embarrarse) en busca de resultados y no quedarte soñando, combinar el desarrollo del emprendimiento con un profundo proceso de desarrollo personal, buscar continuamente el aprendizaje sin creernos expertos en nada, y tomar siempre el rol de protagonista –y no de víctima- frente a los desafíos y obstáculos que se nos presenten.

Por último, te dejamos el siguiente ejercicio, que te puede servir para decidir tu salida de la relación de dependencia (o tu feliz permanencia): Imaginate trabajando de manera independiente.

¿Qué características buscarías en los siguientes aspectos y por qué serían importantes para vos?

1- Cantidad de gente a cargo (estar solo, como profesional independiente, o liderar equipos)
2- Cantidad de horas dedicadas, y en qué horarios
3- Ubicación geográfica, viajes, ámbito, etc.
4- Socios, equipo directivo (solo, con socios, de qué características, con empleados en cargos directivos)
5- Capital invertido e ingresos a obtener a lo largo del tiempo
6- Seguridad, estabilidad, diversificación de riesgo Roles a ejercer por vos, y su relación con tus fortalezas y debilidades
7- Networking actual vs networking necesario
8- Tu familia
9- Impacto social

Una nota personal respecto a la relación de dependencia y el miedo a la libertad
La relación de dependencia nos brinda un marco en el cual en mayor o menor medida sabemos qué se espera de nosotros, tenemos un rol, un lugar, una “posición” (así se suele llamar a los puestos de trabajo, ¿no?). Puede ser que algunos empleados no estén conformes con lo que dicha posición implica, con sus jefes, con sus pares, con la remuneración, con los desafíos, etc..

Sin embargo, el solo hecho de ser parte en esa relación de dependencia, nos ayuda muchísimo, mucho más de lo que nos imaginamos: nos hace olvidar que estamos solos en la vida; que nacemos y morimos solos, que el mundo existía antes y seguirá existiendo después de nosotros..

Según nos explica brillantemente Erich Fromm , los humanos no toleramos esa sensación de soledad en el mundo, y la necesitamos tapar de alguna manera. Sin entrar en detalles -por mi desconocimiento intelectual y por exceder el objetivo de este apartado de la guía-, Fromm demuestra que tanto el sádico como el masoquista, lo son para solucionar este problema insoportable: ambos tienen una dependencia de la existencia de la otra persona, y así dejan de estar solos.

Otros ejemplos analizados por Fromm, son la esclavitud, cierto tipo de religiosidad, y la super-actividad frenética. Se trata de estar respondiendo a los mandatos de un otro, sea una persona o sea algo más abstracto como la “opinión pública”, las costumbres, etc.

¿Qué sucede cuando uno sale o intenta salir de la relación de dependencia?: uno gana en “libertad de”, pero si no encuentra rápidamente su “libertad para”, se enfrenta con este abismo insoportable y lo va a necesitar solucionar cuanto antes. (Estos dos conceptos de libertad son de Fromm.)

En nuestro ejemplo, nos liberamos de tener un jefe, de tener que cumplir un horario, de tener que compartir el almuerzo con gente que tal vez no queremos tener al lado, de realizar actividades que nos disgustan, etc.. Pero necesitamos también abrazar la libertad para buscar qué es lo que queremos hacer realmente con nuestra vida, qué sentido le podemos dar a nuestra existencia, qué queremos hacer con nuestro tiempo… Son preguntas muy difíciles de encarar, pero totalmente necesarias. Si no, de alguna u otra manera terminarás tapando ese abismo con las soluciones perjudiciales que cité antes. Inclusive podés dejar de trabajar para otros y simplemente haber reemplazado unas dependencias por otras -por ejemplo, si no tenés más jefe pero respondés a un estereotipo de emprendedor sin cuestionarlo).

¿Recomiendo a todo el mundo ser emprendedor?
Para nada, si entendemos por emprendedor al no ser empleado. Lo único que puedo recomendar es a emprender la búsqueda de tu propia voz; a hacerte esas preguntas difíciles, aunque no encuentres nunca todas las respuestas. Y sólo si tenés bien en claro para qué vas a usar esa libertad, y si el mejor medio para alcanzar tus sueños es a través de un proyecto independiente, que lo emprendas.

Por otro lado, no descartes la posibilidad de que lo más conveniente para lograr tus sueños sea continuar trabajando como empleado. La libertad no pasa por quién te transfiere el dinero, si un empleador o un cliente; pasa por la coherencia que tiene tu día a día con tus características que te hacen un Ser Humano único e irrepetible.

Fuente: www.listao.com.ar
Imagen: Web