lunes, 6 de julio de 2009

Modelos de éxito a toda prueba

Los seis mejores nuevos emprendedores del país (Argentina), que recibieron múltiples premios por su capacidad innovadora, hablan de cómo consolidaron sus empresas. Qué hicieron para capear la actual turbulencia.

Estudiantes de escuelas de negocios y profesionales independientes están mirando la actual crisis como una oportunidad para generar ideas, encontrar nuevos nichos y hacer negocios. El mercado, aparentemente quieto por la situación económica global y la consecuente recesión generalizada, siempre está atento a nuevas propuestas. Muchos saben que tras la recesión viene el rebote y no son pocos los que están apostando a adelantarse y generar opciones para cuando las finanzas y la economía se serenen. Un grupo de emprendedores, con negocios que no le temen a los mercados deprimidos y soportan las turbulencias con estrategias inteligentes, explica qué apoyos recibieron al arrancar y cuáles son sus planes para consolidar sus productos y servicios. Son considerados casos modelo porque sus proyectos resultaron las mejores empresas nacientes, innovadoras, ingeniosas o por su espíritu emprendedor en la Competencia NAVES del IAE, la Escuela de Negocios de la Universas Austral, además de otros reconocimientos como los de Endeavor o de la Universidad de San Andrés.

“Arrancar una empresa en este contexto se asemeja a estar despegando por primera vez un avión y tener el Katrina delante”, grafica David Goytia, que a fines del año pasado lanzó una empresa de entrenamientos técnicos in company. “Lo positivo –agrega el director de TECPeople– es que te obliga a desarrollar habilidades y competencias que en otra situación no las necesitarías y en el fondo uno sale fortalecido”. Por su parte, Guillermo Frusto, propietario de Argentina Speciality, una empresa que elabora salsas y delicatessen con miel, dice que si alguien está convencido de que su idea puede andar sólo tiene que verificarlo y darle para adelante. “Cuando recién arrancás, si no tenés suficiente dinero, tenés que estar dispuesto a hacer de todo: manejar el Excel, saber algo de finanzas, derecho, marketing, diseño, impuestos, administración, RR.HH, mecánica, electricidad”, enumera.

Los emprendedores consagrados, que empezaron hace un tiempo y ya probaron el éxito, tienen una preocupación adicional a los novatos: tienen que salir a flote en el actual contexto, mantener su plan de negocios y seguir en carrera. Tienen en común la garra emprendedora y la experiencia de “ser argentinos” les juega a favor: no hay grandes desilusiones. “La verdad es que el mercado local viene tranquilo y la manera de llevarlo es no hacer grandes cosas, sólo flotar”, confiesa Frusto, que en 2007 lanzó sus productos con la marca Pampagourmet. “Desde principios de año, el mercado externo está casi parado, no recibimos más pedidos y ahora mi socia está viajando al Fancy Food de Nueva York para ver qué pasa y tratar de generar nuevos contactos”, aclara el empresario. Esa actitud también es una característica común: un emprendedor nunca se queda quieto, ni siquiera cuando hay recesión.

Por otra parte, así como toda moneda tiene dos caras, esta crisis plantea pros y contra desde distintos puntos de vista. “Afecta negativamente las ventas, cobranzas, financiación y expansión regional, pero nos favorece en los servicios para recursos humanos y para clientes y canales de distribución”, compara Sebastián Crespo, socio fundador y gerente general de Ashiwea, que desde 2003 se dedica a ofrecer servicios de loyalty. Según el empresario, el ciclo de venta se hizo más largo (de 4 a 6 meses), se estiraron los plazos de pago, algunos clientes directamente se cayeron, no hay acceso al crédito y el informal es muy caro, su proyecto de expansión regional quedó stand by. Sin embargo, Crespo aclara que “en el medio de esta crisis, nuestro programa de beneficios contribuye a contener a empleados y a retener a clientes o canales de distribución, que es lo que más buscan las compañías”, explica Crespo.

EXPANSIÓN
Lo emprendedores en carrera más osados, aún con el viento en contra, buscan crecer y expandir su área de influencia a terceros mercados o mediante el sistema de franquicias. Algunos decidieron apostar por una estrategia agresiva. “Desembarcamos en simultáneo en el mercado con cuatro locales franquiciados Simple Café y resolvimos soluciones gastronómicas ad hoc para clientes de hotelería y restaurantes”, comenta Martín Grandjean, CEO de Simple Food, un servicio a domicilio de comidas gourmet supercongeladas. En este contexto, ampliaron la capacidad productiva de su planta y lanzaron una campaña de posicionamiento para incentivar el consumo más allá del delivery a clientes individuales. Pero hicieron más. A nivel financiero, armaron una ronda de capitalización y captaron fondos privados que reinvirtieron en las nuevas líneas de negocios.

Otro emprendedor que piensa en grande, aún en el mercado más castigado por la crisis, es Alberto Gonzalez, fundador y CEO de GustOrganics, el primer restaurante orgánico certificado de Estados Unidos, con sede en Nueva York. Desde el salón situado en la Sexta Avenida, el empresario asegura que “por ahora el objetivo es abrir más locales en EE.UU y luego, si las cosas van bien, en Europa”. En cualquier caso, GustOrganics tiene un plan de largo plazo muy ambicioso: la apertura de 20 restaurantes en los próximos años y el lanzamiento a la Bolsa no más allá del 2014. Por su parte, TECPeople tiene un objetivo claro a futuro, “queremos instalar la marca como proveedor líder en capacidad técnica; replicar el modelo en Uruguay, Chile, Brasil y cuando tengamos espaldas fuertes encarar un rol social importante con la capacitación de jóvenes de bajos recursos”, adelanta Goytia.

En Ashiwea, expresan que luego de cuatro años con tasas de crecimiento superiores al 150% interanual (cada año tiene dos veces y media la facturación del año anterior), llegó el momento de consolidar el negocio. “Vamos a armar una fuerte red en el interior del país e intentaremos instalarnos en la región”, estima Crespo.

APOYOS
Todos los emprendedores entrevistados presentaron sus proyectos en la Competencia Naves –abierta a todos los emprendedores del país con formación universitaria–, y ganaron en diferentes categorías en las últimas ediciones. También participaron en diferentes concursos de Entrepreneurship, como los realizados por la Universidad de San Andrés o Endeavor, entre otros.

Guillermo Frusto ha ganado varios de esos premios o reconocimientos y cree que lo más importante es estar “open mind”. “Hay que estar atento, saber escuchar lo que sirve y aprender a manejar el tiempo. Cuantas más consultas previas hagan van a tener más puntos de vista a la hora de planificar y después es importante calcular muy bien el capital de trabajo, porque es lo usual quedarse corto”, aconseja. En el caso de Ashiwea, una vez validado el modelo comercial y desarrollado el plan de negocios, montó la compañía pero le llevó unos años consolidarla. En ese sentido, la experiencia vivida en el IAE participando de la Competencia NAVES y ganándola luego de un proceso muy exigente de evaluación, “fue el empujón que faltaba para pasar a la siguiente etapa, con cuatro años de fortísimo crecimiento”, asegura Sebastián Crespo.

RESULTADOS
En relación a la búsqueda de objetivos, el creador de GustOrganics explica que su modelo de negocios se basa en el triple cuadro de resultados: social, medioambiental y financiero.“Este es el modelo de negocios del futuro y hacer las cosas correctas generará sin dudas resultados sin precedentes en el largo plazo”, puntualiza Gonzalez. Pero al principio no fue nada fácil para este emprendedor llevar a cabo su visión. La idea le surgió hace diez años al viajar a Nueva York y tener problemas para conseguir comida de buena calidad a precios accesibles. “Me tomó siete años desarrollar mi plan de negocios y recién pude mudarme a NY en 2006. Encima, la apertura fue en enero de 2008 y durante los primeros nueve meses no pudimos vender alcohol, que en esta ciudad es vital para un restaurante, porque tardaron ese tiempo en otorgarnos la licencia”, aclara el emprendedor. Poner en marcha su idea le demandó una inversión inicial de u$s 1,6 millón pero en el primer año de ejercicio facturó algo más de u$s 2 millones, y eso ocurrió en medio de la peor crisis financiera de Estados Unidos en los últimos 78 años.

Aunque todos estos empresarios son profesionales con estudios específicos, sus experiencias exitosas y sus consejos son valores adicionales para aquellos que están empezando a recorrer el camino del negocio propio. El propietario de GustOrganics sugiere que una vez que la decisión de avanzar fue tomada, es necesario asegurarse de encontrar auto motivación en forma permanente para avanzar contra todos los obstáculos, ya que el primer impulso será replantearse si la idea funciona. “Pensar primero y hacer después, pero al momento de hacer no dar lugar a replantearse si la idea es buena”, aconseja Alberto Gonzalez.

Patricio Ballesteros Ledesma
Revista Fortuna

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