Puede haber muchas estrategias, pero a nivel profesional se trabaja con una formula llamada AIDA, un principio que busca la Atención del consumidor, despertar su Interés, crear un Deseo de compra, y llevarlo a la Acción (ingresar al local). La fórmula AIDA se logra a través de variaciones de tamaño, movimiento, repetición, intensidad, contraste y recursos visuales, que se pueden aplicar a la vidriera de cualquier rubro. ¿Cómo llevamos estos conceptos a nuestro comercio?
En primer lugar, debemos saber que no se trata de amontonar tras el vidrio todo lo que vendemos, sino de ordenar los productos para que la mirada pueda reposar, tranquila, y detenerse en distintos lugares de interés. Por eso es importante definir qué mensaje o concepto deseamos transmitir, y organizar visualmente el espacio en sectores, por ejemplo mediante tarimas o divisores visuales, que nos permitan presentar distintos grupos de productos a diferentes alturas.
Por un lado, aparte de AIDA, es importante transmitir autoridad y dominio en cualquier área. Entonces, si se trata de un comercio especializado en deportes, arte, turismo, psicología o cualquier otro rubro, a través de la vidriera se debe transmitir cuál es el área de expertise comunicando de alguna manera desde el exterior lo que se ofrece dentro. Aquí algunos ítems importantes:
Variaciones de tamaño y forma:
conviene agrupar los productos de acuerdo a estas características, porque de esa manera el ojo puede visualizarlos mejor. Además, se puede jugar con variaciones en los colores. En cuanto a los adornos, es importante que la escala de los mismos no compita con el tamaño de los productos: el concepto es que el ojo se detiene en el adorno y hace un recorrido visual que le ofrezca dinamismo y la posibilidad de descansar la vista. Que haya variedad, pero que el espacio no esté recargado visualmente.
La sensación de movimiento se puede lograr a través de la ubicación de objetos de distintos tamaños, que se repitan, por ejemplo.
* Contraste: como los productos tienen diferentes colores, hay que tratar que el fondo, base y tarimas sean de un color único, que se diferencie respecto a la mercadería. En lo que hace a la moda y a la decoración, por ejemplo, los grandes colores de este año fueron el violeta y el verde pistacho.
Algunos tips que pueden servir:
- La derecha de la vidriera es un lugar estratégico, ya que se trata del recorrido que habitualmente hace el comprador al ingresar al local. Allí conviene ubicar los productos que más nos interese vender o promocionar.
- Los productos más complejos deben mostrarse desde diferentes ángulos.
- Respecto a los estantes, la mejor franja de exposición es entre los 0,80 y 1,70 centímetros de altura: allí se puede ubicar a los productos más importantes.
- Es conveniente que la iluminación sea pareja, y que no produzca reflejos ni sombras.
- Los adornos deben ser lo más sintéticos y acotados posibles, para que no compitan con los artículos a vender. Conviene buscar una unidad de color en el adorno, en formas sencillas. Hay alternativas económicas (adornos de papel, globos, flores, telas, por ejemplo), con las que se pueden armar conceptos creativos muy interesantes.
Además, existen algunas fechas clave en las que la vidriera puede decorarse de una manera especial:
- Día de San Valentín
- Carnaval
- Semana Santa
- Día de la Madre
- Día del Padre
- Vacaciones
- Halloween
- Navidad
- Comienzo de clases
Arq. Marcela Jacobo
Docente UBA - Catedra Planeamiento Urbano (1993/4)
Docente Universidad de Palermo - Facultad de Diseño y Comunicación
Fotos: Web