viernes, 24 de octubre de 2008

Formando el equipo


Un equipo de trabajo es una agrupación de personas, con habilidades diferentes que se complementan entre sí, que persiguen un objetivo común mediante una metodología de trabajo.

No podemos ser especialistas en todas las disciplinas, la clave reside en formar un equipo multidisciplinario.

La elección correcta es una de las decisiones más valiosas que deberá tomar el emprendedor. Para seleccionar a las personas lo primero que debemos detectar son nuestras fuerzas y debilidades como persona y como áreas de trabajo de la empresa. No es necesario estructurar un organigrama complejo sino enfocado a las necesidades, para no cometer el error de crear puestos innecesarios, burocráticos y que generen un costo elevado con relación al beneficio. Contratar gente preparada y comprometida es fundamental tanto para el despegue como para poder crecer.

Lo primero que debemos establecer son las diferentes áreas que serían las piezas de la maquinaria. Luego debemos definir los puestos de trabajo y sus funciones, y por último determinar cuáles son las que están cubiertas y cuáles por cubrir. Cuando la empresa comienza o es pequeña es normal que una persona cubra varios puestos. A medida que el emprendimiento se desarrolla, las áreas se van delimitando.

Debemos tener presente a la hora de contratar que debemos buscar el complemento, muchas veces escogemos a las personas que son similares a nosotros, pero no siempre es lo más beneficioso para la empresa. Contar con gente diferente, nos puede brindar un panorama más amplio y diferentes puntos de vista. Cuando formamos un equipo de trabajo aprovechamos la capacidad individual de cada miembro, de manera que el resultado del trabajo en equipo es mayor a la suma de los resultados individuales. Esto es lo que llamamos Sinergia.

Para mantener la armonía y una alta productividad entre los empleados, es importante la comunicación. El empleado debe saber cuál es su función, que se espera de él, cuáles son los valores de la empresa, cuáles son los objetivos, debe tener la oportunidad de ser escuchado, deben reconocerse los éxitos.

El éxito de un emprendimiento depende en gran medida de la gente con la que contamos en el equipo de trabajo.

Endeavor México
Foto: Emprendedores

miércoles, 15 de octubre de 2008

Doce pasos para el éxito en la fijación y logro de las metas emprendedoras

Está usted empantanado en la consecución de sus proyecto emprendedor? ¿Siente que podría alcanzar más pero realmente está hecho un caos desorganizacional? ¿Desea hacer algo que realmente le beneficie?

Es posible que vea en forma descorazonada que se le escapa el tiempo como el agua y que solamente se queda rumiando ese maravilloso proyecto que le hará saltar a otros árboles más frondosos, pero no se ha decidido a tomar la liana del árbol más apropiada para iniciar. ¿Qué podría hacer?

Le recomiendo utilizar estos doce pasos en cualquiera de sus metas o propósitos que tenga para su empresa, proyectos personales o nueva empresa. Son pasos muy prácticos y útiles. Tan sencillos que conforme los esté usando se entusiasmará para aplicarlo hasta en diferentes aspectos de su vida. He aquí los 12 pasos que sugiero.

1 - Decida lo que quiere hacer y encienda el deseo
La indecisión es el peor gastador de tiempo que existe en el mundo. Es fácil posponer las cosas, creyendo que estas van a trabajar de acuerdo. Piense en lo que desea para su empresa "Mejor posición en el mercado", "Disminuir las pérdidas", "Mejorar la maquinaria" podrían tomarse como ejemplo. Piense en un solo punto. El más importante para usted. Cuando asesoro a los empresarios primero le pregunto los dos aspectos más importante y luego seleccionar uno de los dos. Vaya anotando todo eso en una "Hoja de deseos". Anote todo aquello que se le ocurra. Este paso permitirá sacar de la mente toda aquella información que parece que choca entre los cables de la posibilidad. Algunos serán posible ponerlos en marcha fácilmente, otros requerirá su tiempo. Esta es como su lista de "buenos propósitos de año nuevo". Luego seleccione uno que realmente encienda su deseo y aplique en él los siguientes once pasos.

2 - Crea que se puede lograr. Tenga fe
Este punto es muy importante. Usted tendrá que ir pensado "creo que esto es factible", "Podemos ocupar un mejor lugar", "Estoy seguro que podemos..". Las afirmaciones positivas son el elemento indispensable en este paso de la administración. Este paso tiene el propósito de recopilar toda aquella información necesaria para convencerse a usted mismo que puede lograrlo. Piense en todas aquellas razones, que hacen factible y probable de realización: sus contactos, sus conocimientos, experiencia, sus recursos. Piense en términos de plazo, que necesitaría para terminar en corto, mediano o largo plazo.

3 - Escriba los objetivos
Ahora usted necesita "una fotografía de su objetivo". Qué necesita, con qué características y para que fecha. Es necesario que quede totalmente "fuera de su mente" y fijado en papel para que todo mundo pueda verlo. Para ello, en ocasiones tendrá que re-escribirlos hasta que quede en la justa medida de lo que usted quiere, desea y cree que pueda realizarse. Imagine el sitio exacto en donde usted quiere estar o desea sentir. Escriba con todo lujo de detalle como va a iniciar y como va a terminar este objetivo. Por ejemplo, si usted va a escribir una carta dirá "Desde una hoja en blanco, hasta el envió de la carta al correo". Inicio y terminación.

4 - Describa su situación actual
"Muy bien señor empresario, en el punto anterior usted escribió el lugar donde desea llegar, pero ¿Cuál es en el que se encuentra ahora?" "¿En que sitio?". Analice su punto de partida. Su punto de inicio, arranque o despegue. Para ello, quizá necesita comparar su estado financiero, el nivel de ventas, el estado anímico en que se encuentra, la opinión de los principales clientes con relación a su producto o servicio, etc.

5 - ¿Cuáles son los beneficios que obtendrá?
Después que usted cree que el proyecto va a ser realizable, piensa en los objetivos, el factor motivacional más fuerte son los beneficios que obtendrá. "Disminución de costos", "Mayor conocimiento", "Metodología y estandarización de los procesos", etc.

6 - Fije ahora el tiempo, duración y plazos en que deberán terminarse los objetivos
Tenga cuidado de asignar plazos realistas. No se estrese fijándose metas muy "apretadas". Deje un tiempo de holgura para imprevistos. "En este tiempo ya debe de cubrirse esto", "En este otro tiempo otro objetivo". No son actividades, son objetivos para alcanzar una meta., esta es la parte que le corresponde a "la cuota diaria", los estándares de cumplimiento.

7 - Piense ahora en los obstáculos
Sobre este punto es válido hacerse una pregunta ¿Qué es lo que le impide alcanzar la meta propuesta? Quizá sea más educación, experiencia, dinero, etc. ¿Hasta que grado de conocimiento?

8 -Determine los requerimientos en cosas, sistemas, etc. para cumplirse el objetivo
Procedimientos, conocimientos, metodología, materia prima, contactos, dinero, experiencia, información, etc.

9 - Asistencia para llevar a cabo el trabajo
¿Quiénes deben de ayudarle? ¿Qué contactos?, ¿Qué es lo que usted les puede ofrecer por esa ayuda? ¿Cuántas personas van a ser necesarias? ¿Está definido lo que ellas van a hacer? ¿Qué van a recibir a cambio esas personas? ¿Qué va a significar para ellos ayudarle en este proyecto? Acuérdese de la "Ley de la compensación", todos dan algo a cambio de algo. (Vacaciones, aumento de sueldo, intercambio de conocimientos, etc. )

10 - Plan o lista de actividades
En este punto distribuya las acciones necesarias de su plan. En lístelas de acuerdo a prioridad, tiempo y lógica. Responsabilice a quien lo vaya a hacer. Esta es la parte principal de su plan. Utilice esta parte para controlar lo que esté usted haciendo, si no se ha movido es porque ya no se va a hacer lo que usted pensó. Mejor dedíquese a otro proyecto. Ese proyecto no fue tan importante o factible para usted.

11 - Tenga una imagen clara de lo que sería el objetivo
Visualice lo que quiere lograr. Tome una foto, haga recortes, un diagrama, una maqueta, un bosquejo, un borrador. Manténgala presente y pásela una y otra vez en su vista y mente, hasta que penetre totalmente en la idea concreta que le corresponda.

12 - Persista hasta terminar
Respalde con resistencia y determinación. Hágalo ahora, comience de una vez.

Bien ahora usted tiene en concreto un plan de ataque. Siga los pasos uno a uno, al pie de la letra y seguramente encontrará la clave para fijarse y lograr con éxito sus metas en la vida.

Efraín Aguayo Guillén (Mérida, Yucatán México)
Ayuda a hacer pequeños negocios más rentables y eficientes. Su boletín con artículos del tipo "Hágalo usted mismo", tiene un marketing con el picante sabor mexicano, son ideales para mejorar estrategias, publicidad y actitud emprendedora.

lunes, 6 de octubre de 2008

Competencias esenciales del emprendedor exitoso

Para que un emprendedor sea exitoso debe reunir ciertas competencias esenciales. Las mismas son: flexibilidad, discernimiento; espíritu de síntesis; sentido de lo Humano; apertura y tolerancia; concentración y un espíritu crítico. Aquí un desarrollo de ellas.

La flexibilidad
Una empresa o un hombre sólo pueden sobrevivir y desarrollarse dentro de un entorno fluctuante e imprevisible, cuando poseen aptitudes para el cambio. Cambio de estrategia, de estructura, de estilo, de "don de mando", para la empresa. O mutación para el organismo, revisión de los valores y de los estereotipos culturales, cuestionamiento del modo de vida y de trabajo para el hombre. Cuanto más importantes y numerosas sean las fluctuaciones, más grande es la flexibilidad que se requiere para hacerles frente.

Sin embargo, la mayoría de las estructuras no están adaptadas al mundo inestable de este fin de siglo. Nacidas en un entorno inmutable, no fueron concebidas para el cambio. Su estabilidad, su pesadez y su precisión, cualidades apreciadas en el pasado, se han transformado hoy en verdaderos inconvenientes. Están privadas de ésa capacidad de desarrollo innovador que las caracterizó en sus orígenes.

El discernimiento
La diferencia entre el triunfo y el fracaso, o el éxito y la quiebra, reside en la capacidad de separar lo esencial de lo accesorio. El discernimiento es indispensable para actuar con eficacia en situaciones poco claras y delicadas. Implica la capacidad de diferenciación y jerarquización.

La capacidad de diferenciación está ligada a un sentido de matiz. Esa sutileza, ese "poder separador" característico del ojo agudo. La capacidad de jerarquizar es indispensable dentro de un medio con exceso de información. El cerebro se encuentra mejor provisto para dirigir la escasez que el exceso de datos.

Más que nunca, lo urgente ha invadido el tiempo de decisión, y los que deciden, por no tratar los verdaderos problemas, crean para el futuro nuevas urgencias. De aquí que lo importante es filtrar. Tener discernimiento es cuestión de filtros, y de buenos filtros.

El espíritu de síntesis
La ubicuidad en las comunicaciones, el enredo de las funciones, de los organismos, de las sociedades y/o de los estados, hacen imprevisible la consecuencia de la más mínima decisión. Ya no podemos considerar un fenómeno de manera aislada. Querer dar respuestas puntuales a perturbaciones puntuales conduce a postergar los malos funcionamientos, y a exponerse a reincidencias agravadas.

Todo esto conduce necesariamente a condenar la especialización. Todo especialista debe ser también un generalista. Cada especialista debe ampliar su campo de competencia, y estar en capacidad de comprender en profundidad el lenguaje, el pensamiento, la lógica y los métodos utilizados dentro de los otros campos.

El dirigente es un hombre dotado de un zoom. Sin cesar, pasa de una visión global (gran ángulo), a la de un teleobjetivo: precisa, aguda, pero estable y parcial. Es preferible un conocimiento imperfecto dentro de un cierto número de campos, con la aptitud de reunirlos, que la ignorancia del conjunto y la focalización sobre un número restringido de especialidades obtusas.

El sentido de lo Humano
La búsqueda delirante de una hiper racionalidad, la mitificación de la informática y de la telemática, el de la vida en manos de especialistas, nos han hundido en un universo glacial y deshumanizado.

Los dirigentes sólo se comunican por medio de reuniones formales. Este derroche de medios, esta "logomaquia" esconde, en realidad, una necesidad y dos carencias. Por un lado, la necesidad de calor humano, de pertenecer a una comunidad, preservando sin embargo la individualidad; y el libre albedrío. Por el otro, las dos carencias: 1) Incapacidad del sistema y de las organizaciones para desarrollar el sentido crítico, para liberar las mentes de la despiadada presión, de la rutina o del estrés que produce la excesiva competencia. Y 2) la superficialidad o la indiferencia de ciertas personas, a pesar que han hecho estudios.

No serán los excelentes administradores, sino los empresarios humanistas y abiertos al mundo de la reflexión, quienes mejor motiven a los responsables, les den la energía y la voluntad que permita a la empresa desarrollarse en un mundo altamente competitivo. Esto ya es cierto hoy, y lo será aún más mañana.

La apertura y la tolerancia
Conocemos muchos grupos donde reina la más calurosa solidaridad, la más intensa amistad, la más fuerte motivación, la voluntad de vencer y de llegar al éxito. Hasta ahora, este espíritu de grupo era considerado como la clave fundamental para alcanzar el éxito, y se ponía todo en marcha para reforzarlo y exaltarlo.

Hoy, nos damos cuenta que esta ventaja conlleva reveses peligrosos. En efecto, la cultura de empresa es generadora de estereotipos. Este inmovilismo podría romperse con la primera mutación del medio. Les corresponde, entonces, a los dirigentes de todos los niveles, más allá de establecer y reforzar la solidaridad de la empresa, controlar los defectos del sentido crítico.

No debemos olvidar que el futuro es provocador, y que aquellos que son conscientes de ello, molestan. El emprendedor es aquel que sabe proteger a los “locos”, a los "diferentes", a los "imaginativos".

La concentración y el espíritu crítico
El secreto de los campeones deportivos no reside, como se piensa comúnmente, en condiciones físicas excepcionales, ni en una prodigiosa voluntad de vencer. Su secreto está en la capacidad de visualizar, sin tregua, todas las facetas de su adversario. Y de analizar, sin descanso y con implacable serenidad, sus propias debilidades y, pacientemente, tratar de colmarlas.

Y sobre todo, en la increíble velocidad de memorización de estos miles de combinaciones, la parsimonia con la cual el más mínimo segundo es capitalizado. Es decir, que el tiempo está pleno: la concentración es intensa, al límite de la fascinación. La concentración intensa, continua, crítica y abierta es la marca del dirigente. Si es escasa, se adquiere igual, como se adquiere una musculatura, una resistencia, un sentido de las oportunidades.

Salir de la visión encasillada
Para poder salir de la estrechez de visión que nos impide ver alrededor y al lado, se necesita fuerza. Esto es porque la idea fuerte y simple, la visión de futuro, la evidencia escondida y negada por la idea dominante, molesta a todo el mundo. Únicamente los emprendedores, los soñadores se atreven a perderse en estos surcos. El futuro no se hereda, se sueña y luego, sólo con pasión, se construye.-

Eduardo D. Sánchez
Consultor, investigador y Director Académico de los posgrados en Identidad e Imagen Corporativa y del Diplomado en Antropología Empresarial, de la Universidad de Belgrano