“Ahorro” es una palabra clave para un buen emprendedor. El ahorro es sinónimo de gasto eficiente y finanzas saludables. Cualquier acción, decisión o actitud que se aleje de este camino debe ser considerado un pecado y sancionado como tal.
Una buena parte de los ingresos se destina a pagar deudas con la tarjeta de crédito o a alguna otra empresa o institución con la que has contraído una deuda.
Te dejas llevar por los vendedores y caes en la trampa de las compras que parecen pequeñas pero que esconden intereses abusivos.
De ese modo, sólo abres un agujero más grande para tapar otro. Con dos préstamos deberás pagar doble interés y en casos extremos estarás recibiendo cartas, y visitas de los abogados de tus acreedores.
Cuando nos encontramos mal organizados en nuestra economía es realmente difícil poder comprometernos ya que tenemos varias deudas atrasadas, además de los intereses que generalmente éstas traen consigo.
Si ocurre un accidente o una desgracia, no tienes dinero para solventarlo y tampoco cuentas con un seguro que te ayude a cubrir los gastos. En el caso de una emergencia, un seguro puede ayudarte a pagar lo que no tenías contemplado.
Careces de una opción de ingresos en caso de verte obligado a dejar de trabajar, retirarte o enfermar. En otras palabras, careces de planes de jubilación.
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