Existen negocios que aun haciéndolos con la mejor disciplina administrativa y con toneladas de liderazgo nunca entregarán utilidades.
Mi principal actividad profesional es ser consejero de empresas y empresarios. Por ello tengo también contactos con personas que emprenden o que desean emprender. Con frecuencia me preguntan cómo poder reconocer un mal negocio. Existen negocios que aun haciéndolos con la mejor disciplina administrativa y con toneladas de liderazgo nunca entregarán utilidades.
Escribo aquí un decálogo para reconocer negocios poco atractivos.
1.- Existen muchos competidores con capacidad instalada subutilizada.
Cuando existen muchos oferentes del mismo producto para el mismo mercado suelen desatarse guerras de precios. Los competidores más poderosos están dispuestos a operar temporalmente incluso con pérdidas para orillar a los pequeños a salir.
2.- Los proveedores son escasos.
Si existen pocas opciones de abastecimiento, el negocio emprendido podría convertirse en un mostrador mas del proveedor. Un ejemplo son las gasolineras, solo tienen un proveedor: Pemex, quien les dicta sus márgenes unitarios de ganancia. Afortunadamente los gasolineros han entendido que su negocio también es rentar espacios comerciales inmobiliarios.
3.- El periodo de recuperación de efectivo es largo.
Existen negocios que entre más venden, más dinero necesitan. Sus dueños necesitan tener un bolsillo amplio. Lo contrario sería un negocio cuyas ventas son al contado, y cuyas compras son a consignación. Es una maquina de generar efectivo.
4.- Los clientes están muy concentrados.
El negocio tendrá menos riesgo y mas poder de negociación hacia el mercado entre mas diversificada su cartera de clientes. Depender de uno o pocos clientes es peligroso.
5.- El negocio vende perecederos propios con demanda cíclica.
Un negocio así necesita altos márgenes, y tendrá que operar con inventarios de alta rotación, de lo contrario la utilidad se queda en el almacén de productos invendibles.
6.- Un negocio que fabrica para ver si vende.
Quien tiene un negocio de fabricación, pero no es dueño de un mercado suele enfrentar altibajos depredadores de efectivo, sobre todo si sus costos fijos son elevados.
7.- Un negocio pequeño que requiera arrendar instalaciones caras.
El ejemplo seria la tienda de regalos que se ubica en un centro comercial famoso, a veces su dolor de cabeza es pagar la renta del local.
8.- Un negocio cuya ventaja competitiva depende de una habilidad que el propietario no tiene.
Aquí el ejemplo es el del restaurante cuyo atractivo es el chef francés. Si el propietario no es el chef, tendrá que compartir generosamente las ganancias.
9.- Un negocio que únicamente funcionará si el dueño lo atiende.
Puede ser un buen negocio, pero como las personas no somos ubicuas, el negocio llegará hasta donde el propietario puede mantenerse insomne.
10.- El negocio que está de moda poner.
Si está de moda, pronto habrá muchos competidores
Heriberto Ramos Hernández
Milenio.com
Imagen: web
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