lunes, 27 de diciembre de 2010

¿Cuál es el momento para iniciar mi propio emprendimiento?


Dicen que el momento de “dar el salto a la independencia” viene desde el corazón, se da cuando aparece una oportunidad, hay quienes afirman que cuando llega el momento es imposible hacer oídos sordos, en fin, cada cual tiene su propia teoría sobre cual es el momento indicado para aventurarse a emprender.

Muchos tenemos esa idea de iniciar nuestro propio negocio, formar una empresa o ser independientes. Este, es un tema recurrente en las reuniones entre estudiantes de económicas, muchas veces empieza con un “algo tenemos que hacer!” y se pierden tardes y noches evaluando posibilidades, charlando, tirando ideas, pero la verdad es que es muy difícil decidirse a empezar, hay que saber encontrar el momento, tenerse confianza, estar listo para enfrentar desafíos diarios y en muchas oportunidades estar dispuesto a esperar bastante tiempo antes de poder ver los frutos de tamaño esfuerzo.

Luego de investigar sobre el tema encontré una lista de preguntas a la cual todo emprendedor debiera tener respuesta antes de decidir emprender.

¿Qué quiero hacer?
Qué proyecto de negocio tenemos. Ya sea porque se nos ocurrió una idea innovadora, porque encontramos un servicio existente el cual creemos que se puede mejorar, satisfacer nuevas necesidades o hasta la posibilidad de importar modelos de negocio de otros países y aplicarlos localmente. Cualquiera sea el caso es muy importante definir claramente que quiero hacer.

¿Quién va a formar parte del proyecto?
Este punto es fundamental y donde hay que tener especial cuidado. Antes de incorporar gente a nuestro proyecto debemos tener en claro si realmente es la adecuada, si complementamos habilidades, si podemos trabajar juntos, hay una conocida máxima de evaluación de proyectos que dice: Un proyecto B con un equipo A vale más que un proyecto A con un equipo B. Esto refleja importancia del equipo emprendedor, como se complementa, como trabaja, su fortaleza en pasar dificultades, etc. porque al fin y al cabo el principal factor que determinará el éxito o fracaso de un emprendimiento es la gente que lo lleva adelante.

¿Cómo y cuando se va a implementar la idea?
Aquí juego un rol muy importante el plan de negocios donde debemos describir qué estrategias vamos a seguir para llevar nuestra empresa hacia los objetivos fijados. Muchos dicen que el plan de negocios solo sirve para no cumplirse, pero que no lo cumplamos no quiere decir que no sea útil. Saber a donde vamos y como haremos para llegar es fundamental para guiarnos en los momentos difíciles y si sobre la marcha decidimos cambiar de rumbo lo haremos a conciencia y luego de evaluar las diferentes alternativas.

Es muy tranquilizador tener un plan, por más que ese plan diga “durante los próximos 2 meses no se que voy a hacer” suena absurdo, pero saber que uno esta en la tormenta es el primer paso para salir de la misma o para soportarla con templanza.

¿Dónde establecer la empresa?
Ya sabemos qué queremos hacer, con quién y cómo lo vamos a hacer. Ahora hay que decidir dónde iniciar el emprendimiento. Este punto adquiere mayor o menor relevancia dependiendo de que tipo de negocio elijamos. Todo equipo emprendedor debe tener muy en cuenta donde va a a desarrollar sus actividades y porque. Como dato adicional deben saber que existen incubadoras gratuitas para proyectos en etapa inicial.

¿Con qué contamos para empezar?
Cuando las empresas están dando sus primeros pasos demandan gran cantidad de recursos, los emprendedores deben definir previamente hasta cuanto están dispuestos a arriesgar, ya sea en dinero, tiempo, contactos, utilización de recursos, etc.

Santiago R. Peyré
Tecnopyme Activa

sábado, 18 de diciembre de 2010

El arte de emprender: siete motores de éxito


Con frecuencia oímos y leemos en diferentes artículos y blogs que en épocas de incertidumbre una buena alternativa laboral es el emprendizaje. Parece como si en épocas de bonanza y mayor bienestar debiéramos estar paralizados, vivir con el “pájaro en mano” y olvidar “los cientos volando”, dejar los experimentos y guardar los excedentes de capital para cuando vengan mal dadas… Frases hechas todas pensadas para generar inmovilidad.

La realidad es que los verdaderos emprendedores no dejan de serlo ni de hacerlo en ningún momento de su carrera. Son individuos que viven su profesión pensando en el cambio de forma constante, que saben que la transformación colectiva e individual es necesaria para sobrevivir, que se adaptan entendiéndola como la manera continua de seguir vivos. Adaptarse o desaparecer –como escribió Charles Darwin en 1859-, ésta es la idea que persigue y vive en un emprendedor, sea éste empresario, artista, trabaje en el departamento contable de una gran multinacional o sea un modesto profesor de una escuela de negocios…

He sido invitado a lo largo del año 2011 a participar por diferentes provincias y en empresas tanto nacionales como multinacionales en diferentes foros sobre un tema de moda en estos tiempos: “El arte de emprender”.

Estos eventos me llevan a reflexionar sobre qué motor de éxito y cambio tienen esas personas que dedican su energía y tiempo a emprender. Y fruto de una primera reflexión he descubierto que cualquier emprendedor tiene siete elementos básicos que le caracterizan o que comparten una serie de características: creencia firme en una idea, valoración positiva del éxito, modelo o proyecto en mente, argumentación valorada, defensa y creación del prototipo. Estos siete motores encienden el fuego que habita dentro de un emprendedor:

1. Encuentra la diferencia
El camino diferente, su vaca púrpura, ésa que Seth Godin describió en su famoso libro. Nos descubre un punto de locura esencial, necesario para que le genere una dosis extra de valentía, de coraje para empezar el proyecto, de energía para transformar una idea en acción y mantenerla en el tiempo. No es la corriente del agua lo que le arrastra, sino que nada eligiendo el camino. Sabe que sólo los peces muertos son arrastrados por la corriente.

2. Es realista
Porque serlo no es otra cosa que vivir con “su realidad”, porque observa la realidad desde otro lado, de una forma desacostumbrada, y porque sabe diferenciar lo que es potencialmente realizable -aunque sea difícil- de lo que es alucinantemente irrealizable.

3. No confunde capacidad creativa con genialidad. No será un genio, pero puede con esfuerzo mantenido, disciplina y voluntad sacar adelante su proyecto. Esta capacidad creativa le permite no confundir lo imposible con lo difícil. Cuando es imposible buscará nuevos caminos posibles; cuando es difícil no cederá en el empeño y buscará las energías que le lleven a su objetivo.

4. Es humilde
Sabe que en el camino hay que seguir aprendiendo, escuchando, evaluando, cambiando si es necesario, adaptándose. Huye del dogmatismo, del miedo tóxico y de la complacencia. Sabe que vive en la era de la colaboración, donde el verbo compartir es básico para subsistir. Está abierto a nuevas tecnologías y a nuevas maneras de hacer.

5. Tiene capacidad resiliente.
Ha entendido el sufrimiento como algo con lo que le tocará convivir. No abandona en el presente, se enfrenta a las dificultades que le llegan sin apartar la mirada del futuro que espera. Sabe que la verdadera paradoja creativa pasa por convertir las adversidades en fuerzas, en motores de éxito.

6. Se nutre de múltiples culturas. Escucha empáticamente y explora sin cesar. El analogismo es algo que vive en su mente de forma imperceptible. Es curioso. Se enriquece con casi todo. Cambia su interior crítico por un desarrollo interno creativo.

7. Le apasiona lo que hace
Ha entendido su vocación desde el amor. Sabe que la ilusión se genera desde el entusiasmo y que le llevará a crear metas y conseguirlas.

Y por si todos estos motores fueran pocos: emprender es una forma fantástica de afilar continuamente el lápiz, de desarrollar un aprendizaje continuo. Razón suficiente para no perdérselo…

Fernando Botella
CEO de Think & Action
www.expansion.com
Imagen: Web

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Cualidades de un emprendedor exitoso


Hay muchos emprendedores que desean crear un negocio exitoso, pero pocos lo consiguen. Descubre qué cualidades debes cultivar para triunfar con tu empresa.

En el mundo hay muchos emprendedores con ánimo de surgir y crecer con su negocio. Pero son muchos menos los que consiguen una carrera de éxito.

El éxito es una palabra mal entendida por muchos y por la cual casi todos luchan perdiendo el rumbo. El error está en querer el éxito por el éxito y nada más, puesto que los emprendedores que realmente consiguen triunfar con sus proyectos de empresa y crecer, buscan algo más.

Estos emprendedores no se derrumban con una derrota y no se rinden con un obstáculo, tienen una visión más amplia y consiguen planificar una estrategia distinta. Ellos poseen cualidades distintas. Algunos nacen con ellas, pero muchos otros las cultivan con el tiempo.

Por eso, aquí te presentamos una serie con las siete cualidades claves que deberías cultivar o detectar para ser un emprendedor con éxito. Toma nota:

Curiosidad
Ser capaz de ver algo más allá de lo obvio y buscar respuestas debe ser parte del perfil de un gran emprendedor. Si quieres encaminarte por buena senda, debes ser curioso por naturaleza, preguntarse cómo funcionan las cosas, por qué las personas compran un producto o dejan de hacerlo, o cómo un pequeño cambio conduce a grandes resultados.

Calibrar los riesgos
Hay riesgos que son, a todas luces, inasumibles y que pueden conducir directamente al fracaso empresarial. Medirlos es una cualidad. No se trata tanto de arriesgarse por el hecho de hacerlo, sino que el emprendedor posee la capacidad de descubrir oportunidades de negocio en donde otros no ven nada especial. Además tiene la suficiente confianza en sí mismo y en sus capacidades como para apostar por esas oportunidades.

Planificación
Todo emprendedor que se precie de tal suele contar con un plan previo de actuación. Es capaz de contemplar un escenario general en que planificar el conjunto de su actuación para un proyecto concreto, determinar causas y consecuencias de sus decisiones, y observar el conjunto con perspectiva.

Confianza
Alguien en quien se puede confiar, pues se mantiene siempre sus promesas y tiene la capacidad de extender esa confianza a todos los ámbitos de su actividad empresarial.

Aprenden de sus errores
Es vital que no caigas en la auto-complacencia y que no te hundas ante los obstáculos. Al contrario, debes aprender de cada obstáculo y verlo como una oportunidad para volver a evaluar tu proyecto y pulir las fallas.
Los emprendedores de éxito no suelen creerse los mejores de su sector, pues valoran la competencia, y tienen capacidad de aprender y valorar lo que hacen los demás.

Pragmáticos
Esto no quiere decir que no sean soñadores e idealistas, sino que son muy conscientes de lo que pueden hacer y de lo que no pueden hacer. En este sentido tienen que tener un fuerte sentido del orden y de la proporción.

Visión espacial
Son capaces de determinar fácilmente cómo existe un hilo conductor en un conjunto de ideas que para muchos parece disperso. Entienden la relación existente entre conceptos abstractos con rapidez.

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