martes, 26 de julio de 2011

Emprender o no Emprender


Roger Cohen, fundador de Desarrollarme, un portal argentino que impulsa el desarrollo profesional, comparte con nosotros su visión sobre la aventura de emprender y da consejos para quienes estén analizando lanzarse a ese desafío.

Existe una gran variedad de alternativas para obtener ingresos a partir de nuestro trabajo. Y si bien hay profesiones más propensas a desempeñarse bajo ciertas modalidades, prácticamente todas las carreras pueden traducirse en diversas formas de trabajo: relación de dependencia, profesional independiente, autoempleo, emprendimiento, empresa, etc..

¿Quién no quiere ser “su propio jefe”?
El independizarse no es para todos. Ni tampoco debería verse como un objetivo per sé. Lo importante es qué nos brinda a nosotros la relación de dependencia y qué nos brinda el trabajo independiente. De cualquiera de las dos formas se puede disfrutar o no, progresar o no, ser feliz o no..

Lo que queremos plantear acá es una arista clave del desarrollo de tu carrera profesional, que tiene que ver con la elección de la modalidad de trabajo más conveniente para tu propio proyecto de vida, a diferencia de la tradicional presunción de un único camino de desarrollo profesional posible.

¿Cuándo independizarme?
La gran ventaja que ofrece la juventud como etapa para lanzarse a la aventura de emprender, es que se tiene un menor costo de oportunidad; es decir, el sueldo y los beneficios (económicos, de reconocimiento, de supuesta estabilidad, etc.) que se deja de percibir al no trabajar en relación de dependencia, no es tan significativo como cuando se es más grande.

Al mismo tiempo, tampoco se tienen las mismas necesidades financieras, se suele tener menos o ninguna necesidad económica familiar, etc. Esto es importante para tenerlo en cuenta ya que a medida que vayas creciendo en tu carrera, te pesará más el costo de oportunidad. Y el “peor de los mundos” será aquel en el cual a pesar de estar siendo exitoso según los parámetros externos, te encuentre insatisfecho, frustrado y enojado con vos mismo por no animarte a salir de la zona de confort.

¿20 años de experiencia o 1 año de experiencia repetido 20 años?
El trabajo en relación de dependencia te permite aprender mientras te pagan. Pero la curva de aprendizaje se va achatando, y llega un punto en que esto deja de tener valor significativo para tu desarrollo. Inclusive puede suceder que el aprendizaje que estás adquiriendo sólo sirva para la realización de ciertas funciones en un número muy acotado de empresas y bajo circunstancias casi únicas. Si no es aplicable a otras circunstancias o empresas, ¿realmente estás adquiriendo un aprendizaje útil para vos?

Tené en cuenta qué aprendizajes generalizables te puede aportar tu puesto de trabajo. Por ejemplo, lo que aprendas respecto a administración del tiempo, gestión de proyectos, negociación, trato con el cliente, ventas, etc. te será útil para una gran variedad de oportunidades laborales o de negocios independientes.

Ingresos vs tiempo vs resultados
Salvo a tu jefe, al resto de la Humanidad no le importa cuántas horas le dedicás a tu trabajo, sino cuánto valor agregás con lo que hacés. Por ejemplo, ¿pagarías el doble por uno de mis cursos si te dijera que me costó el doble de tiempo prepararlo? El trabajo independiente puede permitirte desconectar tiempo y dinero. Pero no siempre. Por ejemplo, si tu trabajo independiente consiste en cobrar una tarifa horaria y la misma no depende significativamente de la calidad de tu trabajo o de tu habilidad comercial, dicha desconexión no se produce. Solamente estarás intercambiando la seguridad en cantidad de horas que te brinda el trabajo en relación de dependencia por la incertidumbre e inestabilidad que implica el flujo irregular de carga de trabajo de la modalidad independiente.

La seguridad que te brinda la relación de dependencia
Al trabajar en relación de dependencia, tenés la “seguridad” de recibir una suma predeterminada a fin de mes. Esto te permite planificar y hasta endeudarte, accediendo más fácilmente al crédito que si no tuvieras un trabajo en relación de dependencia. Sin embargo, cualquier inversionista sabe que poner “todos los huevos en una misma canasta” es un mal negocio. De buenas a primeras podés quedarte sin ninguna fuente de ingresos, ya que en menos de un minuto puede tu empleador comunicarte que estás despedido, cuando menos te lo imaginás. En cambio, si bien el trabajo independiente no te asegura una suma fija cada mes, podés construir una base de clientes y/o productos más amplia, que te permita diversificar riesgos. La probabilidad de que al mismo tiempo todos tus clientes se caigan o todos tus productos dejen de ser vendidos, es mucho menor que si solamente ofrecés un producto a un único cliente: tus horas de trabajo a un único empleador.

¿Por oportunidad o por necesidad?
En épocas de alta tasa de desempleo, es que mucha gente decide emprender un proyecto propio porque no encuentra otra alternativa para obtener ingresos; esto es lo que se denomina “emprender por necesidad”. Sobre todo sucedió en Argentina en la década de 1990, cuando la gran oleada de privatizaciones y cierres de empresas generaron una gran cantidad de personas desocupadas con un cierto capital disponible (proveniente de sus indemnizaciones). Pero gran parte fracasó porque si bien contaba con el capital, no contaba con la idea de negocio correcta, o no tenía las características emprendedoras requeridas para llevarla a cabo. Se supone que quienes emprenden por oportunidad y no por necesidad, tienen mayores chances de que les vaya bien. Pero esto no tiene por qué ser así; lo importante es si uno cuenta con lo que hay que contar para triunfar, independientemente de cómo se llegó a la definición de emprender de manera independiente un proyecto.

¿Motivado a escapar de la empresa anterior o a crear una nueva?
Muchas veces se llega a emprender o a trabajar de manera independiente como una salida necesaria a una situación insoportable en la empresa donde se trabajaba. El problema es que se puede llegar a reemplazar una prisión por otra si no se tienen en claro y se respetan ciertos criterios no negociables que buscamos en la independencia. Y esto es conveniente tenerlo claro de antemano. Por ejemplo, si te espantaba el tener que lidiar con atender clientes maleducados sin poder responderles como querrías, ¿qué vas a hacer diferente en tu nuevo emprendimiento que te permita darte el lujo de elegir clientes? ¿Vas a trabajar solo con unos pocos clientes? ¿Cómo los vas a captar y retener? ¿Por qué te pagarían tanto que con ellos solos podrías mantener y hacer crecer tu negocio? Si te aburría el trabajo monótono, ¿qué roles vas a ocupar en tu emprendimiento que van a mantenerte entretenido y al mismo tiempo estarás aprovechando realmente tus fortalezas al servicio de este nuevo negocio? Si te molestaba la cantidad de horas que debías trabajar, ¿cuán realista es tu idea de que de manera independiente vas a poder trabajar menos horas? ¿Estarías dispuesto a trabajar incluso más horas pero si a cambio lograras algo más de flexibilidad horaria?

Te sugerimos responder a estas preguntas:

• ¿Cuáles son las razones que te harían “escapar” de tu trabajo en relación de dependencia hoy en día, y qué grado de criticidad tienen para vos?

• ¿Qué alternativas existen para evitar las causas anteriores, sin trabajar de manera independiente?

• ¿Cómo harías para asegurarte, trabajando de manera independiente, que esas causas no existirán?

¿Tengo lo que hay que tener para emprender?
Para que el emprendimiento sea exitoso, hace falta contar con el capital necesario, contar con la idea de negocios adecuada, y contar con las características emprendedoras necesarias para lograr una implementación exitosa del proyecto. Con que falle cualquiera de estos tres elementos, alcanzará para asegurar el fracaso del emprendimiento. Muchas veces se pone el foco en las cuestiones externas: capital e idea de negocio, pero lo más crítico es el emprendedor. Con las características adecuadas, se consiguen las ideas y el capital para llevar adelante el emprendimiento.

Algunas de las características que Andy Freire en su libro “Pasión por Emprender” y compartimos: que el dinero no sea la principal motivación sino una consecuencia lógica de emprender exitosamente, elegir un emprendimiento que realmente nos apasione, estar dispuesto a trabajar duramente (embarrarse) en busca de resultados y no quedarte soñando, combinar el desarrollo del emprendimiento con un profundo proceso de desarrollo personal, buscar continuamente el aprendizaje sin creernos expertos en nada, y tomar siempre el rol de protagonista –y no de víctima- frente a los desafíos y obstáculos que se nos presenten.

Por último, te dejamos el siguiente ejercicio, que te puede servir para decidir tu salida de la relación de dependencia (o tu feliz permanencia): Imaginate trabajando de manera independiente.

¿Qué características buscarías en los siguientes aspectos y por qué serían importantes para vos?

1- Cantidad de gente a cargo (estar solo, como profesional independiente, o liderar equipos)
2- Cantidad de horas dedicadas, y en qué horarios
3- Ubicación geográfica, viajes, ámbito, etc.
4- Socios, equipo directivo (solo, con socios, de qué características, con empleados en cargos directivos)
5- Capital invertido e ingresos a obtener a lo largo del tiempo
6- Seguridad, estabilidad, diversificación de riesgo Roles a ejercer por vos, y su relación con tus fortalezas y debilidades
7- Networking actual vs networking necesario
8- Tu familia
9- Impacto social

Una nota personal respecto a la relación de dependencia y el miedo a la libertad
La relación de dependencia nos brinda un marco en el cual en mayor o menor medida sabemos qué se espera de nosotros, tenemos un rol, un lugar, una “posición” (así se suele llamar a los puestos de trabajo, ¿no?). Puede ser que algunos empleados no estén conformes con lo que dicha posición implica, con sus jefes, con sus pares, con la remuneración, con los desafíos, etc..

Sin embargo, el solo hecho de ser parte en esa relación de dependencia, nos ayuda muchísimo, mucho más de lo que nos imaginamos: nos hace olvidar que estamos solos en la vida; que nacemos y morimos solos, que el mundo existía antes y seguirá existiendo después de nosotros..

Según nos explica brillantemente Erich Fromm , los humanos no toleramos esa sensación de soledad en el mundo, y la necesitamos tapar de alguna manera. Sin entrar en detalles -por mi desconocimiento intelectual y por exceder el objetivo de este apartado de la guía-, Fromm demuestra que tanto el sádico como el masoquista, lo son para solucionar este problema insoportable: ambos tienen una dependencia de la existencia de la otra persona, y así dejan de estar solos.

Otros ejemplos analizados por Fromm, son la esclavitud, cierto tipo de religiosidad, y la super-actividad frenética. Se trata de estar respondiendo a los mandatos de un otro, sea una persona o sea algo más abstracto como la “opinión pública”, las costumbres, etc.

¿Qué sucede cuando uno sale o intenta salir de la relación de dependencia?: uno gana en “libertad de”, pero si no encuentra rápidamente su “libertad para”, se enfrenta con este abismo insoportable y lo va a necesitar solucionar cuanto antes. (Estos dos conceptos de libertad son de Fromm.)

En nuestro ejemplo, nos liberamos de tener un jefe, de tener que cumplir un horario, de tener que compartir el almuerzo con gente que tal vez no queremos tener al lado, de realizar actividades que nos disgustan, etc.. Pero necesitamos también abrazar la libertad para buscar qué es lo que queremos hacer realmente con nuestra vida, qué sentido le podemos dar a nuestra existencia, qué queremos hacer con nuestro tiempo… Son preguntas muy difíciles de encarar, pero totalmente necesarias. Si no, de alguna u otra manera terminarás tapando ese abismo con las soluciones perjudiciales que cité antes. Inclusive podés dejar de trabajar para otros y simplemente haber reemplazado unas dependencias por otras -por ejemplo, si no tenés más jefe pero respondés a un estereotipo de emprendedor sin cuestionarlo).

¿Recomiendo a todo el mundo ser emprendedor?
Para nada, si entendemos por emprendedor al no ser empleado. Lo único que puedo recomendar es a emprender la búsqueda de tu propia voz; a hacerte esas preguntas difíciles, aunque no encuentres nunca todas las respuestas. Y sólo si tenés bien en claro para qué vas a usar esa libertad, y si el mejor medio para alcanzar tus sueños es a través de un proyecto independiente, que lo emprendas.

Por otro lado, no descartes la posibilidad de que lo más conveniente para lograr tus sueños sea continuar trabajando como empleado. La libertad no pasa por quién te transfiere el dinero, si un empleador o un cliente; pasa por la coherencia que tiene tu día a día con tus características que te hacen un Ser Humano único e irrepetible.

Fuente: www.listao.com.ar
Imagen: Web

viernes, 15 de julio de 2011

101 acciones de marketing para pymes y emprendedores


Uno de los propósitos universales de las pymes es generar clientes y por consecuencia la venta de servicios y productos. Una de Las mejores formas de posicionarse frente a una audiencia de clientes es ofrecer algo que no pueden rechazar o encontrar en otros lugares.

Con este fin en mente, una de las cosas más inteligentes que puede hacer un empresario por su negocio, es tomarse el tiempo para desarrollar un plan de marketing de su pyme que apoye la diferencia ante los competidores. Un plan de marketing describe las acciones a realizar para llegar a sus clientes ideales.

Hay miles de acciones que puede hacer para promover su pyme. Con la combinación adecuada de actividades, se puede identificar y concentrarse en las tácticas de marketing más eficaces para su pequeño negocio. He aquí una lista de 101 ideas de marketing aplicables para negocio, útil para pensar y actuar con todas las maneras diferentes de promoción de si negocio.

1. Crear un plan de marketing para su negocio o renovar el que ya tiene.
2. Actualizar o realizar su investigación de mercado.
3. Llevar a cabo un ejercicio de Grupo focal (focus group).
4. Escriba una propuesta única de ventas (USP)
5. Redefine si es necesario tu público objetivo y nicho.
6. Amplié su oferta de productos y servicios.

Materiales para marketing
7. Actualice su tarjeta de presentación.
8. Ingénieselas para que su tarjeta de presentación destaque del resto.
9. Cree o actualice sus catálogos de productos.
10. Cree una versión digital de sus catálogos o folletos para su blog empresarial.
11. Explore la idea de un rediseño para su sitio web…tipo blog empresarial podría ser.
12. Sea creativo en la promoción de sus productos, cuestione la forma en que lo hace actualmente.

Trabajando con las personas
13. Escriba un “discurso del elevador” para su negocio.
14. Asista a conferencias útiles para su negocio u organice una para sus clientes.
15. Haga alianzas con propietarios de negocios distintos al suyo que estén en su mismo mercado.
16. Haga reuniones de trabajo con otros propietarios, intercambien conocimientos del mercado.
17. Únase a una cámara de comercio local que ofrezca valor agregado a su negocio.
18. Alquile un stand en una feria.

Correo directo (aun sigue impactando)
19. Poner en marcha una campaña creativa de correo directo.
20. Crea diversas campañas y prueba el impacto.
21. Incluye los correos una clara y directa llamada a la acción (call to acction).
22. Use sus logotipos y marca al pie de las hojas y sobres.
23. Enviar a clientes anteriores o no muy frecuentes, muestras gratuitas o incentivos para recuperarlos.

Publicidad.
24. Publicidad en la radio
25. Publicidad en las secciones amarillas, impresas e internet.
26. Publicidad en bardas, vallas, carteles públicos o cualquier otro espacio físico.
27. Utilice calcomanías en su auto para anunciarse.
28. Publique un anuncio en su periódico local.
29. Anúnciese en la estación televisiva de su ciudad o por cable.
30. Utilice la opción de publicidad de Facebook.
31. Realice acciones de publicidad en twitter o linkedIn.
32. Compre un espacio publicitario en un sitio web relevante para su nicho.
33. Utilice espacios de publicidad por donde la gente camina o espera el autobús.

Marketing en redes sociales.
34. Inicie su negocio en las redes sociales, considere que son un canal de relaciones publicas.
35. Cree una Fecebook fan page.
36. Asegure un nombre de usuario que represente a su negocio en su Facebook fan page.
NO -> http://www.facebook.com/profile.php?id=123456789
SI -> http://www.facebook.com/su.negocio
37. Cree una cuenta en Twitter.
38. Genere una lista local de seguidores y por favor interactué.
39. Cree una cuenta para su negocio en Foursquare.
40. De de alta su negocio en google place.
41. Inicie un blog de negocios o empresarial….a google le gustan los blogs.
42. Escriba con regularidad un artículo para su blog.
43. Asegúrese de tener botones para compartir su contenido en las redes sociales.
44. Utilice alguna cuponera web para compartir con sus clientes sus promociones.

Marketing en Internet
45. Inicie una campaña Pago Por Clic en Google Adwors.
46. Inicie una campaña PPC en Microsoft adCenter.
47. Comente en un blog relacionado.
48. Realice un video de su negocio.
49. Abra un canal en youtube y compártalo en su blog.
50. Seleccione directorios web de negocios y dese de alta.
51. Consiga su cuenta Google Analytics y configúrela para su blog empresarial.
52. Revise y mida los resultados estadísticos de su google analytic.
53. Considere el uso de un subdominio de su sitio web para campañas específicas de productos y servicios nuevos.
54. Use los distintos motores de búsqueda para aprender sobre marketing.
55. De seguimiento a sus menciones en google, las redes sociales, las personas hablan de las marcas y productos.
56. Cree un rss con palabras claves de su negocio en google alert y monitoreé sus menciones.

Email Marketing
57. Cree una opción en su blog empresarial para capturar el nombre y el correo de prospectos.
58. Con el fin de motivar el registro en su lista de correos ofrezca un presente, un ebook, un cupón, un programa sencillo.
59. Envié regularmente un correo exclusivo a su lista.
60. Inicie mensualmente un newsletter.
61. Monitoreé el desempeño de sus campañas de email marketing.
62. Ponga una firma o perfeccione la que ya tiene al pie de su correo(nombre, logotipo, eslogan).
63. Agrega audio, vídeo, y enlaces a sus redes sociales en sus correos.

Promociones, concursos, cupones e incentivos.
64. Inicia un concurso promocional.
65. Crea una cuponera, de descuentos o acumulación de puntos.
66. Cree un programa de comprador frecuente.
67. Inicie un programa de reconocimiento a clientes frecuentes.
68. Cree un programa del cliente del mes.
69. Regale muestras gratis.
70. Inicie un programa de afiliados entre sus clientes.

Construyendo relaciones.
71. Elabore, envié y mejore los resultados, de encuestas de satisfacción del cliente.
72. Pida referencias, testimonios y publíquelos a la vista de clientes y prospectos.
73. De referencias y testimonios.
74. Realice acciones de valor social, eventos de caridad.
75. Patrocine a un equipo deportivo local.
76. Promociones cruzadas de sus productos y servicios con otras empresas locales.
77. Únase a una organización u asociación de profesionales relacionados con su nicho.
78. Planifique su próxima promoción de temporada, vacaciones de primavera, navidad.
79. Planifique obsequios de temporada para sus clientes fieles.
80. Acérquese a colegas y planteé colaboraciones.
81. Envíe tarjetas de cumpleaños a sus clientes.
82. Donar a eventos de recaudación social local.
83. Convertirse en mentor de emprendedores.

Marketing con contenido
84. Organice conferencias presenciales o en línea.
85. Grave un poscast.
86. Escriba un comunicado de prensa.
87. Envíe su comunicado de prensa por distintos medios y canales.
88. Escriba su carta de ventas como un cuento.
89. Escriba un libro para sus clientes de su empresa.

Ayuda para su marketing
90. Contrate un consultor de marketing.
91. Contrate a un profesional de relaciones públicas.
92. Contrate a un redactor profesional.
93. Contrate a un experto de marketing en internet.
94. Contrate a un eventual para que se encargue de las estrategias de marketing
95. Contrate a un experto en ventas o vendedor.

Ideas únicas y extrañas
96. Hacerse un tatuaje de su marca. ¡bien loco!
97. Cree otro negocio más pequeño que le ayude a promover su marca.
98. Adopte una posición polémica sobre algún tema del momento y expréselo.
99. Pague a personas por usar su publicidad en sus autos, fachadas de sus casas, camisetas o bolsos.
100. Pintar un auto al 100% de su cuerpo con su publicidad.
101. Procure recibir formación empresarial en línea que le ayude a mejora, ampliar y perfeccionar sus habilidades comerciales.

Autor: Daniel Jiménez
Auditor de la calidad, técnico de la mejora continua e innovación, gestor de sistemas integrados, evaluador del modelo EFQM; Blogger emprendedor on line

Fuente: Pymes y Calidad 2.0.

jueves, 7 de julio de 2011

Emprendimientos en la cornisa


Cambios tecnológicos, en el gusto del consumidor o saturación del mercado son algunos factores que determinan que “negocios de moda” pasen a mejor vida. Parripollos, videoclubs y canchas de paddle forman parte del historial. Cómo reconocer los próximos, para no caer en la tentación. Aquí, los expertos brindan algunas pistas.

Corría el año 2001 y en aquella carrera feroz de ajustes, reestructuraciones, despidos y “sálvese quien pueda”, Diana y Guillermo, ella empleada en una universidad y él encargado de Tecnología en un banco, decidieron apostar sus ahorros y una indemnización al negocio del momento: la cría de chinchillas. La propuesta era simple y tentadora: comprando una pareja de animalitos, a los pocos meses se obtienen decenas de ellos, gracias a su prodigalidad para reproducirse. Y como ocupan poco espacio, se los puede tener en un departamento. A los nueve meses, hay que sacrificarlos para vender su piel de exportación.

Llegó el tórrido verano y como las chinchillas son muy sensibles al calor, la pareja tuvo que invertir en un equipo de aire acondicionado semi industrial. Al cabo de casi un año, llegó el momento del sacrificio. Algo que Diana, cuyos hijos se habían encariñado con los animalitos, se negó a hacer. A cambio, malvendió las chinchillas a otro criador y se quedó con una como mascota. El emprendimiento terminó en un fiasco y la pareja jamás recuperó lo invertido. Tarde se dieron cuenta de que el negocio no estaba en la exportación de pieles, sino en la venta de insumos (jaulas, alimento balanceado) para aquellos que habían corrido tras la misma idea.

Más allá de los errores que pueda cometer un emprendedor principiante (o poco conocedor de un rubro), hay negocios que típicamente están “en la cornisa”. Esto es, que por saturación del mercado, cambios tecnológicos o en los gustos del consumidor, pronto entran en picada. Y si no, habrá que preguntarles a los entusiastas que pusieron un parripollo o una cancha de paddle en los ‘90. O a quienes abrieron un videoclub barrial bajo el modelo de negocios ochentoso en que había que hacerse socio y pagar una cuota, y luego fueron barridos por las cadenas como Blockbuster (que a su vez quebró).

En la cresta de la ola
Hay negocios para tiempos de crisis y negocios para tiempos de economía floreciente y alto consumo. Los típicos “Todo por dos pesos” tuvieron su cuarto de hora durante la convertibilidad y la recesión. Los juguetes, accesorios y otros artículos importados que inundaban las góndolas a precios irrisorios eran una buena opción de consumo. Tras la devaluación, estos productos asiáticos comenzaron a encarecerse, al tiempo que la industria nacional se recuperaba y ofrecía opciones similares, aunque superiores en precio y calidad. A casi una década de su auge, quedan muy pocos de estos comercios. La inflación no permite mantener un modelo de negocios basado en precios uniformes y fijos.

Otro típico negocio que floreció en la crisis de fines de los ‘90 fue el de “Las medialunas del abuelo”. El concepto creado por José Sanchez en una panadería del barrio de mataderos se basaba en un monoproducto, las medialunas, de formato más pequeño y precio accesible a los flacos bolsillos de la clase media y popular. Pronto, el negocio se expandió y llegó a tener más de 150 franquicias en Capital y Gran Buenos Aires. Y como sucede con toda idea exitosa, pronto surgieron réplicas: Mr. Luna, Sólo Medialunas y Medialunas del amanecer, entre otras. Hoy no quedan rastros de los otrora exitosos locales. Con la recuperación del poder adquisitivo a partir de 2003, el público comenzó a exigir medialunas más grandes y de gustos más variados, y volvió a la panadería tradicional. Sólo sobrevivieron los formatos de negocio que supieron adaptarse a los tiempos. Al punto en que hoy, Medialunas del Abuelo vende también empanadas e incorporó un sistema de ultracongelado para lanzarse a exportar.

El caso opuesto lo constituyen los negocios que prosperan en contextos de crecimiento económico y boom del consumo.

“Hoy este tipo de emprendimientos está en Internet: portales de descuentos, buscadores de ofertas online, desarrollo de aplicativos para redes sociales, creación de portales y otros negocios virtuales que basan sus ingresos en publicidad online o comisiones a los compradores y vendedores”, detalla el economista Gustavo Svarzman, actual subsecretario de Desarrollo Económico porteño. Son emprendimientos con baja barrera de entrada, ya que requieren poca inversión en infraestructura, aunque sí conocimientos técnicos y tiempo de trabajo.

Esto facilita su replicación y la aparición de múltiples emprendimientos similares que pelean por un mismo segmento. Pero no es que todos estén condenados al fracaso, sino que el mercado se irá concentrando y triunfarán los pocos que tengan más espalda para aguantar la competencia y mayor dosis de innovación para diferenciarse del resto. “En este sentido -apunta el funcionario- contar con información del mercado es fundamental”. Con este fin la subsecretaría a su cargo lanzó el año pasado el Centro de Orientación al Emprendedor (COE; www.buenosaires.gob.ar/desarrolloemprendedor).

Los comercios gastronómicos son otro rubro altamente fluctuante y propenso a la saturación. Sólo en 2010 cerraron sus puertas 1.200 restaurantes en la ciudad de Buenos Aires, según datos del portal Guía Oleo publicados en El Cronista, el pasado 9 de mayo. Fuentes del sector admiten que el 80% de los establecimientos ni siquiera llega a cumplir el primer año de vida. Esto se explica porque si bien exige una inversión inicial fuerte (un mínimo de $ 500.000), es una actividad muy buscada por emprendedores que encuentran placer en la cocina, la buena mesa y las posibilidades de socializar que ofrece un restaurante, aunque no tienen mucha idea del negocio y de los sacrificios que implica trabajar hasta altas horas de la noche y durante los fines de semana.

Nada es para siempre
“Todo emprendimiento tiene un ciclo de vida: inicio, crecimiento, maduración y declinación”, explica Carlos Canudas, director del Estudio Canudas, especializado en franquicias. “Es en las dos etapas centrales donde se produce el punto de inflexión de un negocio. Si el mismo no es reinventado o no se innovó en algún aspecto, es probable que empiece a gestarse la caída”, advierte. Las franquicias son justamente un sector propicio para los “negocios de moda”. Muchas fracasaron porque se intentó trasladar un modelo de negocios que funciona bien en el exterior con un contexto económico y hábitos de consumo determinados (caso Dunkin’Donuts). Otras por cambios en la situación económica y el mercado local, y otras tantas porque se intentó una expansión a través de franquicias cuando el negocio y la marca no estaban suficientemente instalados en el mercado.

En un contexto cambiante como el actual, es difícil predecir la marcha de un negocio. No obstante, hay algunos signos que permiten prever que un emprendimiento está en declive. Para detectarlos “hay tres vías principales- detalla Hugo Kantis, director del Programa de Desarrollo Emprendedor (Prodem) de la Universidad de General Sarmiento-: la observación directa, las redes de contacto (clientes y proveedores) y las estadísticas o estudios de mercado que figuran en Internet”. Según Kantis, la forma de diferenciar un emprendimiento coyuntural de otro con perspectivas de crecimiento es analizar las variables que están detrás del negocio: qué necesidad o problema busca resolver el producto o servicio en cuestión? ¿Desde cuándo? ¿Llegó para quedarse o es una moda pasajera?”.

Las premisas fundamentales para evitar fiascos, dice Kantis, son:
  • Prestar atención a las demandas del mercado y estar dispuesto a hacer cambios para adaptarse a las necesidades y gustos del cliente.
  • No enamorarse ciegamente de la idea y empecinarse en su concreción tal como fue concebida.
  • Buscar “lo seguro, la receta probada”, o copiar un negocio exitoso sin tener en cuenta la incidencia de un cambio de contexto (lugar donde se instala, el momento, los consumidores) es una de las vías más rápidas para fracasar.
Los negocios de moda atraen porque siempre es tentador seguir la corriente, antes que plantearse algo nuevo. Esto no quiere decir que no existan criaderos de chinchillas, videoclubs, pistas de patinaje, canchas de paddle, agencias de remises, maxikioscos y parripollos exitosos.

En muchos casos, la falta de planificación de una política emprendedora por parte del Estado (municipal, provincial o nacional), empuja al fracaso cualquier esfuerzo emprendedor individual. Fue lo que ocurrió a comienzos de los ‘90 en la ciudad bonaerense de San Nicolás tras la privatización de la siderúrgica Somisa. Buena parte de los más de 7.000 empleados cesanteados invirtieron sus indemnizaciones en remiserías y maxikioscos. Y el resultado fue que, con más oferentes que mercado, la mayoría pronto se fundió.

Desde el otro lado, entre los que triunfaron hay un denominador común: supieron innovar y agregar un valor diferencial (delivery, organización de torneos, acuerdos con empresas, según el rubro). Y por último, tener en cuenta -aunque parezca trillado- que nada es para siempre, y menos el éxito. La mejor y más original idea de negocio puede fracasar si hay fallas en el equipo de emprendedores que la lleva a cabo. Poner en marcha un negocio es como empezar una dieta: cuesta esfuerzo pero se logra bajar de peso. Lo difícil es mantenerse.

María Gabriela Ensinck
El Cronista Comercial